Corea del Norte advirtió a Estados Unidos de que está lista para cualquier conflicto militar y amenazó a la vecina Corea del Sur con la "aniquilación" ante cualquier intento de derrocar al régimen liderado por Kim Jong-un.
"Nuestras fuerzas armadas están completamente preparadas para responder a cualquier crisis y la disuasión nuclear de nuestra nación también está lista para movilizar su fuerza absoluta de manera fiable, precisa y rápida", dijo Kim la noche del miércoles en un discurso con motivo de la celebración del Día de la Victoria.
El 27 de julio se celebra en el territorio este festivo nacional, en el que Pionyang conmemora el fin de la Guerra de Corea (1950-53), el conflicto civil que enfrentó a la península y devino en su partición actual en Norte y Sur. El enfrentamiento concluyó con un armisticio, por lo que sigue técnicamente abierto.
En el 69 aniversario del parón de la contienda, Kim ofreció un discurso en el que acusó a Estados Unidos de aplicar un "doble estándar" por tildar sus actividades armamentísticas de "provocativas y amenazas" mientras realiza "ejercicios conjuntos a gran escala que amenazan seriamente nuestra seguridad", según la alocución difundida hoy por la agencia estatal de noticias KCNA, a la que tuvo acceso la agencia surcoreana Yonhap.
El diario estatal Rodong publicó hoy una serie de fotografías de Kim impartiendo el discurso en la que ha supuesto su primera aparición pública en 19 días, y saludando a las huestes militares del país acompañado por su esposa, Ri Sol-ju, en la noche.
La celebración incluyó el lanzamiento de fuegos artificiales y numerosos eventos durante la jornada, incluida una reunión multitudinaria de veteranos de guerra y otras actividades civiles.
El líder del régimen norcoreano también cargó durante su discurso contra Corea del Sur y su presidente, Yoon Suk-yeol, quien desde su llegada al cargo el 10 de mayo ha adoptado una línea más dura frente al país vecino y sus recientes pruebas armamentísticas.
Pionyang dijo que cualquier intento de Seúl de incapacitar preventivamente al país recibirá un respuesta "dura", incluso la "aniquilación", y acusó al territorio de secundar la "política hostil" de Estados Unidos hacia él.