Doce años de cárcel y la inhabilitación perpetua para ejercer cargos públicos. Esa fue la condena que el fiscal
Diego Luciani pidió para la vicepresidenta argentina,
Cristina Fernández, en el marco del llamado caso Vialidad, que investiga presuntas irregularidades en la concesión de 51 obras públicas al empresario
Lázaro Báez durante su gobierno entre (2007-2015) y el de su marido, el fallecido
Néstor Kirchner (2003-2007).
La solicitud, era que no, dio la vuelta al mundo. Luciani no está pidiendo la prisión para un ciudadano común. Estamos hablando de la mujer más poderosa de Argentina, quien desde el inicio del juicio ha insistido en su inocencia y ha culpado al Poder Judicial de realizar una "persecución" en su contra junto con la actual oposición.
El persecutor, no obstante, dice tener pruebas claras para enjuiciar a Fernández. "Al asumir, Néstor Kirchner y luego su esposa, Cristina Elizabeth Fernández,
instalaron y mantuvieron una de las matrices de corrupción más extraordinarias que lamentablemente y tristemente se hayan desarrollado en el país", remarcó al inicio de los alegatos el pasado 1 de agosto.
Desde que asumió el caso, Luciani no ha pasado desapercibido. A principios de este año interrogó al Presidente Alberto Fernández, quien declaró como testigo en su calidad de ex jefe de gabinete de Cristina Fernández. Y la sesión estuvo bien polémica.
Cuando el fiscal le insistía al Mandatario por los sobreprecios en las obras públicas adjudicadas por Austral Construcciones -cuyo propietario es Lázaro Báez-, el gobernante respondió: "Doctor, me da la impresión de que usted no escuchó bien".
"Lo escucho bien, perfectamente", dijo por su parte Luciani, a lo que Fernández afirmó que entonces el persecutor tenía
"problemas de comprensión". El interrogador no ocultó su molestia por la respuesta del Mandatario y le dijo enérgicamente:
"No me falte el respeto".
Pero, ¿quién es este fiscal que se ha ganado la furia del oficialismo?
Historia
Diego Luciani (49 años) egresó de la Universidad de Buenos Aires. Cuando estaba en la Facultad de Derecho trabajaba en la causa del atentado a la mutual judía AMIA de 1994 con el abogado a cargo, Juan José Galeano, quien lo llamaba de medianoche al joven estudiante para seguir trabajando cuando volvía de clases, según reporta la prensa local.
Este caso marcó al ahora fiscal. Galeano fue sindicado en Argentina como el responsable de que la investigación no llegara a flote e incluso fue condenado en 2019 a seis años de prisión por encubrimiento, prevaricación y otros delitos. Luciani fue citado como testigo en la causa.
Entre 1998 y 2004, Luciani se desempeñó como secretario en la Fiscalía General de San Isidro y luego llegó a la Fiscalía Federal de secuestros extorsivos, donde estuvo unos meses. Después de un deambular por varias oficinas públicas pudo cambiar la jurisdicción con una fiscal.
Llegó a la Procuraduría General de la Nación en un cambio validado por la jefa del organismo, Gils Carbó, cercana a la agrupación kirchnerista Justicia Legítima. Eso le valió al fiscal ser sindicado como "hombre del kirchnerismo".
De acuerdo con el medio Cronista, Luciani se pudo sacar ese mote después de que se negara a conceder dos favores "sugeridos" relacionados con " hombres del poder que se manifestaron en contra de los intereses del gobierno de Cristina Fernández de Kirchner". Ahí, pasó a ser un fiscal de "oposición".
Más encima, en las últimas semanas el juez ha sido blanco de los dardos kirchneristas luego de que se difundieran fotos que
lo mostraban participando en un torneo de fútbol en la hacienda del ex Presidente Mauricio Macri, junto a miembros de la actual oposición.
Luciani, por ahora, espera la resolución judicial. Al menos tiene apoyo al interior de tribunales. "Si alegó contra la vicepresidenta es porque tiene objetivamente las pruebas, él trabaja así. No se queda con una parte de la historia sino que reconstruye todo en busca de pruebas objetivas, no se queda con una mirada aislada", aseguraron algunos magistrados al medio argentino Perfil.
