Con las manos encadenadas y pintadas protestaron los migrantes venezolanos en la frontera entre EE.UU. y México.
EFE
Alrededor de 160 venezolanos que fueron deportados por Estados Unidos, tras la noticia de que el polémico Título 42 aplique para los ciudadanos de este país, protestaron de manera pacífica en el Puente Nuevo, que conecta a Matamoros (estados de Tamaulipas), con Brownsville (estado de Texas), para exigir el ingreso a territorio estadounidense.
Los migrantes salieron de la Casa del Migrante San Juan Diego para dirigirse al cruce internacional con las manos pintadas y encadenados, circunstancia que puso en alerta a integrantes de la patrulla fronteriza quienes, cerraron la vía y colocaron barricadas.
"No tenemos el apoyo de nadie, estamos solos, somos nosotros contra México y Estados Unidos", declaró a EFE Yahir Zambrano, originario de Caracas.
Los extranjeros argumentaban que se había cometido una injusticia con ellos porque, antes de que se aplicara la nueva normativa, en la que es requisito que ingresen por avión, tras el trámite correspondiente, ya estaban en la nación norteamericana y se les retornó con engaños.
El grupo se colocó frente a la reja y pidieron dialogar con algún funcionario del Gobierno del presidente Joe Biden con el objetivo de buscar una explicación sobre la problemática que enfrentan al ser devueltos a México por la frontera norte mexicana.
En el proceso, varias familias fueron separadas por lo que esperan noticias para saber dónde reencontrarse luego de la restricción que los mantiene en México bajo incertidumbre porque desconocen la ordenanza emitida por Estados Unidos.
"(Me siento) impotente y triste por saber que me sacaron del país estadounidense y no tengo noticias de mi esposa desde el lunes. No sé si la soltaron", expresó Evir Elveines Chiquito.
Pese a la política que se ha implementado hacia la comunidad venezolana, los suramericanos insisten en que buscarán la manera de acceder a la región norteamericana ante la crisis que padecen.
"Venezuela está en crisis, no soy la única persona que está migrando, millones de venezolanos queremos emigrar para un mejor futuro”, enunció Julio César Cardozo.
Luego de algunas horas de tensión en los límites de Matamoros y Brownsville, personal de migración del Gobierno norteamericano dialogó con el contingente para explicarles las nuevas imposiciones.
Terminado el encuentro, los venezolanos cedieron y se retiraron para reagruparse en la zona del edificio sede del Instituto Nacional de Migración (INM) y decidir las acciones a desarrollarse una vez terminada la movilización que comenzaron la mañana del viernes.
En la localidad tamaulipeca se ha quedado un grupo reducido de personas que estarán a la espera de tener información de sus parientes y buscar asesoría legal para encontrar la forma de ser recibidos en los Estados Unidos.