Ubicado como una pequeña península al sur del Golfo, Qatar es uno de los países árabes más pequeños (11.571 km²). Según los datos del Banco Mundial en 2021, cuenta con 2,9 millones de habitantes, la mayor parte de ellos extranjeros.
Qatar es uno de los mayores productores de gas natural licuado en el mundo y tiene uno de los PIB por habitante más altos del mundo, con 61.276 dólares en 2021, según el Banco Mundial.
Durante más de tres años, de junio de 2017 a la reconciliación oficial en enero de 2021, su economía se vio afectada por un embargo impuesto por Arabia Saudita, los Emiratos Árabes Unidos, Bahréin y Egipto, que acusaban a Doha de apoyar a grupos extremistas y acercarse al Irán chiita, principal rival en la región de Riad. Qatar, que negó esas acusaciones, se beneficia ahora de la recuperación económica post-covid.
El país se hizo un espacio en la escena internacional gracias a las inversiones en diversos campos, la mayoría de ellas realizadas por su fondo soberano, la Qatar Investment Authority, uno de los más importantes del mundo.
Su filial Qatar Sports Investments (QSI) es propietaria del Paris St. Germain y del KAS Eupen, equipo de la primera división belga de fútbol. El pasado 10 de octubre anunció la compra del 21,67% del club portugués Sporting Braga.
País conservador musulmán, gobernado por la familia Al-Thani desde mediados del siglo XIX, Qatar rechazó integrarse en la federación de los Emiratos Árabes Unidos en 1971 cuando se independizó tras 55 años de protectorado británico.
En 2004 entró en vigor la primera constitución, aunque la familia reinante guarda la mayor parte del poder. Aplazadas en varias ocasiones, las primeras elecciones legislativas por sufragio universal directo se celebraron en octubre de 2021, con un censo electoral muy restringido. No fue elegida ninguna mujer y un tercio de los miembros del Parlamento siguen siendo nombrados directamente por el emir.
El actual emir, Tamim ben Hamad Al-Thani, accedió al trono en 2013 tras la abdicación de su padre, el jeque Hamad ben Khalifa Al-Thani.
Creada a finales de 1996, la cadena de televisión Al Jazeera, que dispone de más de 80 oficinas en todo el mundo y transmite en varios idiomas, fue la caja de resonancia de los movimientos de la Primavera Árabe.
Pero sus detractores juzgan su línea editorial demasiado favorable a los islamistas e incluso la consideran a veces una herramienta al servicio de la diplomacia qatarí.
La filial beIN Sports, propriedad del grupo audiovisual qatarí beIN Media tras la cesión de sus cadenas deportivas por parte de Al Jazeera, comenzó a emitir en Francia en 2012, en lo que fue su entrada en el mercado mundial. Especializada en el entretenimiento, beIN Media adquirió en 2016 los estudios estadounidenses de cine Miramax y el paquete de canales turcos vía satélite Digiturk.
Antes del Mundial 2022, el país construyó su visibilidad deportiva mundial gracias a la organización de varias competiciones internacionales: Juegos Asiáticos en 2006, Juegos Panárabes en 2011, Copa de Asia de fútbol en 2011, Mundial de Balonmano en 2015 y el Mundial de Atletismo en 2019.
Las organizaciones de defensa de los derechos humanos critican con frecuencia a Qatar por el tratamiento que dispensa a sus trabajadores del sector de la construcción, llegados de África y Asia.
A comienzos de 2022, el presidente estadounidense Joe Biden hizo de Qatar el 18° país designado como "aliado mayor fuera de la OTAN" de Estados Unidos. El emirato alberga ya la mayor base militar norteamericana en la región.
El país jugó un papel de negociador entre estadounidenses y los talibanes, ahora en el poder en Afganistán, y colaboraron en las operaciones de evacuación tras la caída de Kabul en agosto de 2021.