La dimisión este jueves de la primera ministra británica Liz Truss llevará al Partido Conservador a organizar una votación interna de aquí al final de la próxima semana para designar a su reemplazante.
Según informaron desde la propia colectividad, la idea es que en ocho días ya se conozca a su nuevo líder, quien por ende se convertirá en el nuevo primer ministro.
En esta línea,
ya son varios los candidatos que suenan incluso desde antes de que se confirmara la renuncia de Truss, quien deja el poder apenas 44 días después de haber asumido.
Entre los posibles reemplazantes se habla de varios dirigentes que ya participaron en la última elección. Asimismo, también se especula de un retorno del antecesor de la aún Primera Ministra, Boris Johnson.
Estos son los principales candidatos:
Rishi Sunak
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El ex ministro de Finanzas fue derrotado por Truss en la fase final del proceso de elección de un nuevo líder conservador a principios de septiembre, que fue decidido por las bases del partido, pero era el candidato preferido de los diputados.
Este multimillonario ex banquero de 42 años es una figura tranquilizadora que defiende la ortodoxia fiscal.
Durante su campaña en agosto, advirtió en repetidas ocasiones que los recortes fiscales sin financiamiento empeorarían la situación de la inflación, que está en su nivel más alto en décadas, y socavarían la confianza de los mercados.
Los hechos le han dado la razón. Sin embargo, tiene un importante argumento en su contra: muchos diputados leales a Boris Johnson lo ven como el traidor cuya dimisión en julio precipitó la caída del carismático y controvertido primer ministro.
Jeremy Hunt
El nuevo ministro de Finanzas emergió como quien lleva las riendas del poder ante el debilitamiento de Truss, tras verse obligada a renunciar a su plan económico y nombrarlo como jefe de la cartera de Hacienda.
Fue él quien anunció el lunes la espectacular supresión de casi todas las medidas fiscales de Truss, que habían provocado el pánico en los mercados.
Este poco carismático pero muy experimentado ex ministro de Relaciones Exteriores y de Salud, de 55 años, aseguró recientemente a la BBC que tras dos intentos fallidos de convertirse en líder del partido y jefe de gobierno, en 2019 y el pasado julio, no desea participar de nuevo en la carrera.
Penny Mordaunt
La ministra encargada de las relaciones con el Parlamento, que también compitió en julio con Truss para suceder a Boris Johnson, era la favorita de las bases conservadoras en dicha elección, pero fue descartada en el último momento por los diputados.
Esta carismática ex ministra de Defensa, de 49 años,
se lució el lunes cuando apareció en el Parlamento en sustitución de Truss para responder a la oposición, defendiendo con aplomo el giro en la política económica del gobierno.
Recientemente surgió la hipótesis de una candidatura Mordaunt-Sunak y el diario conservador The Times mencionaba el martes conversaciones no confirmadas en ese sentido.
Boris Johnson
Es un escenario que ha estado circulando en la prensa conservadora desde hace meses: como un ave fénix, el controvertido Johnson haría su regreso, imponiéndose como una opción obvia.
Su aplastante triunfo electoral de 2019 dio a los conservadores una mayoría que no veían desde Margaret Thatcher en la década de 1980.
Pero el héroe del Brexit tiene grandes obstáculos que superar: su dimisión forzada en julio a raíz de una multiplicación de escándalos, entre ellos el de las fiestas en Downing Street contra las normas anticovid, sigue fresca y
le atribuye cierta responsabilidad en la actual debacle conservadora.
Además, está por ver si Johnson, embarcado ahora a sus 58 años en una lucrativa carrera de conferenciante por todo el mundo, estaría dispuesto a asumir de nuevo el liderazgo de la formación dos años antes de unas legislativas en que las encuestas prometen una victoria aplastante de la oposición laborista.
Ben Wallace
Entre los últimos favoritos, el ministro de Defensa, que había decidido no lanzarse a la carrera para consagrarse en la seguridad del país, pero en los últimos días su nombre ha resonado como una posible figura de unidad para el partido.
Sin embargo, Ben Wallace, de 52 años, pareció descartar este escenario, asegurando el martes al diario The Times que quería seguir al frente de la cartera de defensa.