Los primeros pasos del multimillonario sudafricano Elon Musk al mando de Twitter han reafirmado lo excéntrico del dueño de Tesla y Space X, quien ya discutió públicamente por algunas de sus decisiones con figuras como la congresista Alexandra Ocasio-Cortez y el escritor Stephen King.
La adquisición se completó finalmente la semana pasada por 44.000 millones de dólares y desde entonces Musk ha protagonizado diversas situaciones que llamaron la atención en todo el mundo. Mientras se concretaba la compra de la red social, el magnate ingresó sonriente a las oficinas de la empresa en San Francisco cargando un lavamanos, diciendo "let that sink in", un juego de palabras que utiliza la expresión "sink" -lo que significa "lavamanos"-, pero que también se traduce como "asimilar" algo.
Una vez instalado al mando de la compañía, los medios locales recogieron que despidió a todos los directores de Twitter y quedó solo él al mando del directorio, a la espera de que lleguen nuevas contrataciones más cercanas a su entorno.
Pero la situación que más polémica ha generado es la decisión de Musk de cobrar a los usuarios por la verificación de sus cuentas, que hoy se señaliza con un check azul al lado de sus nombres.
La disputa con el escritor y con AOC
El escritor Stephen King fue uno de los primeros en alegar, cuando se hablaba de una tarifa de $20 dólares, y en la misma red social aseguró que "ellos deberían pagarme", además de asegurar que se marcharía si se establecía el cobro.
Musk entonces le respondió "¡Necesitamos pagar las cuentas de alguna forma! Twitter no puede descansar totalmente en anunciantes. ¿Qué tal $8?".
Este miércoles, la disputa entre ambos tuvo un nuevo episodio: King tuiteó que Musk le recordaba al personaje literario Tom Sawyer, "a quien se le da el trabajo de pintar una cerca como castigo. Tom convence a sus amigos de que hagan la tarea por él y les hace pagar por el privilegio. Eso es lo que Musk quiere hacer con Twitter. No, no, no".
La congresista Alexandra Ocasio-Cortez criticó la misma situación a través de su red social y Musk fue incluso más duro: "Agradecemos tus comentarios, ahora paga 8 dólares", le contestó el nuevo dueño de Twitter.
A partir de la ola de comentarios negativos sobre el punto, Musk ha subido variados memes burlándose de quienes no aceptarían el pago por la verificación de la cuenta. Incluso cambió su biografía de la red social a "Operador de la línea de quejas de Twitter".
Entre otros cambios que el magnate haría en la compañía está el despedir a cerca de la mitad de los empleados con el fin de reducir costos, según informó el Financial Times esta semana. El mismo diario aseguró que Musk exigiría trabajo presencial, a diferencia de la política actual de la empresa, que permite el trabajo remoto.
Uno de los pendientes en las decisiones que tomará en las próximas semanas es si finalmente reestablecerá las cuentas vetadas de la red social, lo que se venía especulando hace un par de semanas.
Entre esas cuentas está, por ejemplo, la del ex presidente de Estados Unidos, Donald Trump, quien celebró la llegada del sudafricano a la empresa. Según dijo en su plataforma Truth Social, Twitter ahora está "en buenas manos y ya no será dirigida por lunáticos y maníacos de la izquierda radical que realmente odian a nuestro país".
