La junta militar de Myanmar liberó este jueves al economista australiano Sean Turnell, asesor económico de la depuesta líder Aung San Suu Kyi, junto
al realizador japonés Toru Kubota y la diplomática británica Vicky Bowman en el marco de una amnistía, confirmó a EFE un portavoz de la junta.
Kubota, Turnell y Bowman eran los tres extranjeros de más alto perfil detenidos y condenados por la junta tras el golpe de Estado que perpetró en febrero de 2021, y forman parte de los cerca de 6.000 prisioneros liberados bajo una amnistía, según detallaron los medios de Myanmar.
Turnell, de 57 años, fue detenido pocos días después de la sublevación castrense que puso fin a una década de incipiente democracia en el país asiático,
y condenado el pasado septiembre a tres años de prisión por vulnerar la ley de Secretos Oficiales.
El economista, profesor asociado en la Universidad Macquarie de Sidney,
era asesor económico de la depuesta y también encarcelada líder Suu Kyi en el momento del golpe de Estado militar.
Por su parte,
Kubota, que
fue detenido el pasado julio mientras filmaba unas protestas civiles contra la junta y condenado a diez años de prisión por incitar a la disidencia, violar las leyes de telecomunicación birmanas y también las de inmigración, regresará hoy mismo a Japón, confirmó un portavoz del Ministerio de Exteriores.
La tercera liberada extranjera de perfil alto es
Vicky Bowman, ex embajadora del Reino Unido en Birmania, que
fue detenida el pasado agosto y condenada poco después a un año de prisión por vulnerar la ley de inmigración por supuestamente residir en una vivienda no registrada en su visado. Junto a ella fue detenido y condenado su marido birmano, Htein Lin, por cómplice.
Estas últimas condenas se produjeron tras una ampliación de las sanciones impuestas por Londres a la junta por el golpe de Estado, que ha generado una profunda crisis política, social y económica, y desatado una espiral de violencia con nuevas milicias civiles que han exacerbado la guerra de guerrillas que vive el país desde hace décadas.
El Ejército justifica el golpe por un presunto fraude masivo durante las elecciones de noviembre de 2020, cuyo resultado fue anulado y en las que el partido de Suu Kyi arrasó, como ya hizo en 2015, con el aval de observadores internacionales.
Más de 2.400 personas han muerto desde el golpe de Estado por la brutal represión ejercida de parte de las fuerzas de seguridad, que han disparado a matar contra manifestantes pacíficos y desarmados, según datos de la ONG de Myanmar Asociación para la Asistencia de Presos Políticos.