Músicos, futbolistas o actrices han sido detenidos en Irán por apoyar las protestas que sacuden el país, pero ello no ha evitado que otras figuras públicas se la jueguen alzando la voz en favor de las movilizaciones en las que se pide más libertad.
También sin alzar la voz, como hicieron ayer los futbolistas de la selección iraní cuando no cantaron el himno de su país antes del partido del mundial de Qatar 2022 frente a Inglaterra, que perdieron 6-2.
El gesto se ha considerado como
una protesta por la fuerte dureza con la que el Gobierno iraní esta reprimiendo las movilizaciones que comenzaron a mediados de septiembre por la muerte de
Mahsa Amini, tras ser detenida por no llevar bien puesto el velo islámico.
Las protestas comenzaron por la muerte de la joven kurda de 22 años, pero han evolucionado y ahora los manifestantes, sobre todo jóvenes, piden el fin de la República Islámica fundada por el ayatolá Ruholá Jomeiní en 1979.
Numerosos famosos o celebridades han mostrado su apoyo a las manifestaciones en las que se grita "mujer, vida, libertad", para descontento de las autoridades que temen su capacidad para influir, amplificar mensajes o movilizar a la población.
Deportistas
Entre esos famosos destacan los futbolistas, que se han descubierto como unos inesperados "rebeldes".
Su implicación se remonta al principio de las protestas, como se vio durante el partido Irán-Senegal del 27 de septiembre, cuando los jugadores iraníes escucharon el himno con chaquetas negras tapando el escudo nacional.
Uno de los últimos casos fue el del ex jugador
Ali Daei, quien anunció que había rechazado una invitación para acudir a Qatar como muestra de solidaridad con las familias que han perdido a seres queridos.
Ante esta situación, la Federación de Fútbol de Irán advirtió antes del Mundial que castigaría a los jugadores que hagan gestos de carácter político, lo que no evitó que los futbolistas no cantaran el himno.
Las consecuencias de ese acto están aún por verse y en principio habrá que esperar a su regreso a Irán.
Ese fue el caso de la escaladora
Elnaz Rekabi, quien compitió en Seúl sin velo, quizás el caso más sonado de apoyo de un deportista a las protestas.
La escaladora aseguró después que la falta del velo se debió a un despiste, pero ello no impidió que cientos de personas la recibiesen en el aeropuerto de Teherán al grito de "campeona".
Cultura
Pero no solo los futbolistas han apoyado las movilizaciones en las que han muerto al menos 342 personas, según la ONG Iran Human Rights, con sede en Oslo.
Un día antes del silencio de los futbolistas de la selección, las actrices Hengameh Ghaziani y Katayoun Riahi fueron detenidas por quitarse los velos, lo que les ha costado la acusación de "colusión con la intención de actuar contra la seguridad nacional" y "propaganda contra el Estado".
Miles de mujeres han dejado de usar el velo en las calles de Teherán en los últimos dos meses, en un gesto de desafío inaudito e impensable contra la República Islámica hace solo unas semanas.
Pero Ghaziani y Riahi son dos respetadas figuras públicas que al posar sin velo dan visibilidad a las protestas.
Ghaziani publicó un video en Instagram en el que aparece con actitud desafiante sin velo y mirando fijamente a la cámara para después darse la vuelta, mostrar su melena y hacerse una cola, un día después de denunciar la represión estatal.
Las dos actrices se unen a las más de 2.000 personas acusadas de diversos delitos por su participación en las protestas, de las que seis han sido condenadas a muerte hasta ahora.
El rapero iraní Tomaj Salehi también se encuentra entre rejas, tras ser arrestado a finales de octubre por sus versos contra los clérigos que dirigen el país.
Por su parte, el cantante Shervin Hajipour, autor de la canción "Baraye" (Para), compuesta con tuits publicados por iraníes acerca de la muerte de Amini, se encuentra en libertad bajo fianza y se enfrenta a la justicia por publicarla en Instagram.
También han sido detenidos cineastas, documentalistas, artistas y unos 60 periodistas, entre otros, por su apoyo a las protestas.
Son solo algunos de los 15.000 arrestados, la gran mayoría ciudadanos anónimos, desde el comienzo de unas movilizaciones de las que el Gobierno acusa a Estados Unidos e Israel.