El Parlamento Europeo destituyó este martes del cargo de vicepresidenta a la legisladora Eva Kaili, detenida por aparente recepción de sobornos, en una enérgica reacción para recuperar la credibilidad, gravemente afectada por el escándalo.
La plenaria aprobó por 625 votos a favor y apenas uno en contra y dos abstenciones la destitución de la socialdemócrata griega del cargo de vicepresidenta, en una respuesta contundente de la plenaria al caso.
La remoción de Kaili había sido recomendada al plenario por la Conferencia de Presidentes, el grupo formado por la titular del Parlamento y los líderes de los diferentes bloques políticos.
El servicio de prensa del Parlamento Europeo anunció que la votación que decidió la destitución de Kaili se apoyó en los reglamentos internos y ocurrió "en el contexto de las investigaciones en Bélgica que implican a miembros y personal" de esa institución legislativa.
Una investigación abierta por la fiscalía belga provocó el arresto e imputación de Kaili y otras tres personas por sospechas de recibir fuertes sumas de dinero de un "Estado del Golfo Pérsico", que sería Qatar, para defender los intereses en el Parlamento.
La eurodiputada de 44 años fue arrestada después que investigadores belgas hallaron en su residencia bolsas repletas de dinero en efectivo, aunque su abogado asegura que Kaili no aceptó ningún "soborno de Qatar".
"Su posición es que es inocente.
No tiene nada que ver con los sobornos de Qatar", dijo el abogado Michalis Dimitrakopoulos a una red griega de televisión, Open TV.
La fiscalía federal belga anunció el lunes que en allanamientos realizados en tres lugares diferentes incautó varias centenas de miles de euros en efectivo.
La policía también allanó una oficina del Parlamento Europeo en Bruselas para apoderarse de datos informáticos de una decena de funcionarios.
Reforma y transparencia
El escándalo representa un golpe brutal para la credibilidad del Parlamento Europeo, que suele tomar la iniciativa en denunciar casos de corrupción.
Por ello, la presidenta del parlamento, la conservadora maltesa Roberta Metsola, expresó su "furia, enojo y tristeza" por el caso, y advirtió que lo ocurrido representa un "ataque" a todo el legislativo y a la democracia europea.
"Lanzaremos un proceso de reforma para ver quién tiene acceso a nuestras instalaciones, cómo se financian estas organizaciones, oenegés y personas, qué vínculos tienen con terceros países", prometió Metsola el lunes.
"Pediremos más transparencia en las reuniones con actores extranjeros", añadió.
Este martes, Metsola y los jefes de los diferentes bloques anunciaron el inicio de un proceso interno de reforma en el Parlamento para "asegurar que la transparencia y la rendición de cuentas sean reforzadas".
Ante el escándalo, la agenda de la plenaria parlamentaria para este martes en Estrasbugo ha sido modificada, y se dedicará a debatir el caso.
El jueves, se someterá a votación un texto que pide más transparencia en las instituciones europeas.
En este marco, el eurodiputado socialdemócrata alemán René Repasi expresó su temor de que el caso Kaili sea apenas el comienzo de una pesadilla mayor.
"Mucho me temo que lo que vemos aquí es sólo la punta del iceberg", dijo el legislador a la AFP.
Una de las atribuciones de Kaili como vicepresidenta era representar a la presidenta del Parlamento ante el Medio Oriente, función que le fue suspendida por la propia Metsola inmediatamente después de su detención.
Ante la magnitud de este caso, la ex presentadora de TV también fue expulsada del Partido Socialista Griego (Pasok-Kinal), donde ya era vista como una figura muy controvertida, y fue removida del bloque de los socialdemócratas en el Parlamento Europeo.
Además, sus bienes fueron congelados por la autoridad griega contra el lavado de activos.
La continuidad de la detención de Kaili será examinada el miércoles por un tribunal belga.