Un gran número de estados de Estados Unidos registraron este viernes temperaturas bajo cero a medida que una gran tormenta helada, conocida como bomba ciclónica, dejaba millones de hogares sin electricidad y a miles de viajeros varados a las puertas de las fiestas navideñas.
El fenómeno, causado por un frente de aire ártico, será responsable de que el país viva su Navidad más fría desde los años 80.
Unas 10 personas, de momento, han muerto en las carreteras desde que comenzó la tormenta en los estados de Kansas, Oklahoma, Kentucky y Ohio.
En otros lugares, como Chicago (Illinois) o Nashville (Tennessee), las carreteras estuvieron colapsadas durante horas a medida que las temperaturas bajaban, la lluvia se convertía en hielo y el viento en ventiscas.
En Denver (Colorado) el jueves fue el segundo día más frío desde que se tienen registros: la temperatura media fue de 26 grados bajo cero.
Los problemas en el transporte afectaban también a los trenes y a compañías de autobuses como Greyhound, la mayor de ellas, que ya ha advertido de que muchas rutas del noreste o del medio oeste pueden cancelarse o sufrir alteraciones.
Más de 1,4 millones de hogares o de oficinas se encontraban este viernes sin electricidad, según registros de la web PowerOutage.us, mientras que alrededor de 5.300 vuelos habían sido cancelados el viernes.
Las fuertes tormentas invernales afectarán aproximadamente a unos 200 millones de personas, el 60 % de la población del país, según proyecciones del servicio meteorológico nacional, el National Weather Service (NWS).
El presidente de EE.UU., Joe Biden, compareció públicamente el jueves para advertir a los estadounidenses que se tomen la tormenta "de forma extremadamente seria" y que sigan las recomendaciones de las autoridades.