El gobierno de Colombia acordó un cese al fuego de seis meses con los cinco principales grupos armados que operan en el país, anunció el presidente, Gustavo Petro, en la víspera del Año Nuevo.
La tregua bilateral era el principal objetivo trazado por el gobierno como parte de su política de "paz total", con la que pretende extinguir mediante el diálogo el conflicto armado de seis décadas, que persiste pese a la disolución de la poderosa guerrilla de las FARC en 2017.
"Hemos acordado un cese bilateral con el ELN, la Segunda Marquetalia, el Estado Mayor Central, las AGC (Autodefensas Gaitanistas de Colombia) y las Autodefensas de la Sierra Nevada
desde el 1 de enero hasta el 30 de junio de 2023, prorrogable según los avances en las negociaciones", indicó el mandatario izquierdista el sábado en un tuit.
"El cese bilateral de fuego obliga a las organizaciones armadas y al estado a respetarlo. Habrá un mecanismo de verificación nacional e internacional", añadió a continuación el mandatario, que calificó el pacto como un "acto audaz".
La última insurgencia reconocida del país, el Ejército de Liberación Nacional (ELN), negocia con el gobierno desde noviembre.
De su lado, los grupos Segunda Marquetalia y Estado Mayor Central -que se apartaron del pacto de paz firmado por la FARC-sostenían "diálogos exploratorios" por separado con delegados de Petro.
Lideradas en el pasado por el capo Otoniel, extraditado a Estados Unidos, las AGC son la mayor banda narco del país. Al igual que las Autodefensas de la Sierra Nevada, están conformadas por remanentes de los paramilitares de extrema derecha que se desmovilizaron a principios de la década de 2000.