Las autoridades mexicanas detuvieron este jueves a Ovidio Guzmán, hijo del encarcelado narcotraficante Joaquín "Chapo" Guzmán en el marco de un operativo en la ciudad de Culiacán (noroeste) que incluyó intensos tiroteos y quema de vehículos.
Guzmán fue capturado por el Ejército y la Guardia Nacional de México bajo cargos de liderar la fracción "Los Menores", afín al Cartel del Pacífico (o Cartel de Sinaloa) y es "hijo de Joaquín Guzmán Loera", condenado a cadena perpetua en Estados Unidos, declaró a la prensa el secretario de Defensa, Luis Cresencio Sandoval.
El arresto se produjo cuatro días antes de la llegada a México del Presidente estadounidense,
Joe Biden, cuyo país ofrecía cinco millones de dólares por la captura de Ovidio Guzmán, alias
"El Ratón".
Biden asistirá a la cumbre de líderes de América del Norte en Ciudad de México, adonde fue trasladado el señalado narcotraficante en un avión de la Fuerza Aérea.
La detención de Guzmán, de 32 años, desató intensos tiroteos entre criminales y fuerzas de seguridad, y quema de vehículos en varios puntos de Culiacán, capital del estado de Sinaloa, constató un colaborador de la AFP.
El intercambio de disparos se extendió al
aeropuerto internacional de Culiacán, donde un avión de pasajeros recibió un impacto de bala momentos antes de despegar, sin que se registraran heridos, informó la empresa Aeroméxico.
Las operaciones en el terminal aéreo fueron suspendidas, en tanto se reportaban incidentes en un penal donde permanecen detenidos varios narcotraficantes.
El cartel de Sinaloa es considerado por la agencia antidrogas estadounidense DEA como el principal responsable del tráfico de fentanilo, una droga 50 veces más potente que la heroína y que ha causado numerosas muertes por sobredosis en ese país.
Guzmán ya había sido detenido el 17 de octubre de 2019 en Culiacán, pero fue liberado por orden del presidente mexicano, Andrés Manuel López Obrador, en medio de una asonada de la organización criminal.
Ciudad sitiada
El Mandatario izquierdista defendió entonces su decisión, afirmando que se evitó un baño de sangre, cuando contingentes militares quedaron rodeados por civiles con armas largas.
Varios vehículos de carga y automóviles ardían este jueves en calles de Culiacán, de 800.000 habitantes, donde se observaban escenas de pánico entre personas que buscaban lugar para protegerse.
En total se constataron
unos 30 bloqueos, incluidos tres peajes de paso de vehículos, por parte de pistoleros.
El gobernador de Sinaloa, Rubén Rocha, dijo más temprano que la operación de las Fuerzas Armadas se concentraba en el área de Jesús María, municipio de Culiacán.
"Ello ha dado lugar a algunos eventos violentos en la capital y otros lugares del estado", señaló en la red Twitter.
A raíz de estos incidentes, las autoridades suspendieron las clases en instituciones educativas y un partido de la liga profesional de fútbol.
La violencia en Culiacán se producía en paralelo a operativos en
Ciudad Juárez (norte, fronteriza con Estados Unidos), en los que
fue abatido Ernesto Piñón, alias "El Neto", quien se fugó junto con otros 24 presos de una cárcel de esa urbe el pasado domingo.
Durante el asalto al penal para rescatar a Piñón y las operaciones destinadas a recapturar a los evadidos murieron al menos 26 personas: 10 guardias penitenciarios, siete presos, dos policías y siete presuntos pistoleros.
"El Neto" lideraba una banda asociada a un cártel del narcotráfico.