La madrugada de este lunes, el Presidente de Colombia, Gustavo Petro, aterrizará en Chile en el marco de su primera visita oficial al país desde que asumió el Gobierno en agosto pasado. El Mandatario, que ha tomado una relevancia tanto a nivel interno como en la política exterior, se reunirá con una serie de autoridades, entre ellas el Presidente Gabriel Boric, con quien mantiene una buena relación.
Ambos gobernantes sostendrán una audiencia privada en el Palacio de La Moneda, según informó el Gobierno colombiano, para luego dar paso a una reunión ampliada junto al resto de las delegaciones. En el caso de Petro, llegará a Santiago acompañado del ministro de Relaciones Exteriores, Álvaro Leyva Durán; la jefa de Gabinete de la Presidencia, Laura Sarabia, y el viceministro de Relaciones Exteriores, Francisco José Coy.
La reunión es esperada por ambas partes, dada la cercanía que han mostrado los dos presidentes en distintos temas, tal como quedó demostrado en la reunión bilateral del 8 de agosto en Bogotá, tras la investidura de Petro. En aquella ocasión, los mandatarios coincidieron en aspectos como
la revitalización de la Comunidad Andina y el fortalecimiento de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (Celac).
También están en agenda temas económicos y de preocupación mutua, como el cambio climático; el proceso de paz colombiano donde Chile es país acompañante, y la migración, entre otros tópicos.
Según explicó la ministra chilena de Relaciones Exteriores, Antonia Urrejola, "son varios los ejes que queremos trabajar este año, uno de los cuales tiene que ver precisamente con la integración regional. Hay distintos mecanismos regionales y subregionales".
Tras este encuentro, Gustavo Petro se reunirá la tarde del lunes con los timoneles del Senado y la Cámara de Diputados, Álvaro Elizalde y Vlado Mirosevic, respectivamente. Posteriormente, visitará la Municipalidad de Santiago, donde la alcaldesa Irací Hassler le entregará las llaves de la ciudad y lo nombrará huésped ilustre.
Las actividades del Mandatario colombiano continuarán el martes, cuando se reúna con el presidente de la Corte Suprema,
Sergio Muñoz. Esta jornada, además, Petro y Boric realizarán una actividad fuera de Santiago, la cual aún se está preparando.
La movida agenda de Gustavo Petro en Chile viene precedida de un intenso momento del Mandatario en Colombia, que de acuerdo con la última encuesta Invamer de diciembre, cuenta con un 48% de aprobación.
Todo esto tras una polémica reforma tributaria, un aplaudido proceso de paz que ha tenido algunas dificultades los últimos días y también hitos en política exterior como el restablecimiento de las relaciones con Venezuela y algunos conflictos con el Gobierno de Perú.
Momento de reformas y un delicado escenario económico
Apenas asumía el Gobierno de Colombia y Gustavo Petro comenzaba con todo su agenda, tal como lo prometió en campaña. El 8 de agosto, un día después de su investidura, el ministro de Hacienda José Antonio Ocampo presentaba ante el Congreso un proyecto de ley de reforma tributaria bastante ambicioso para financiar sus programas sociales contra la pobreza y la desigualdad.
La propuesta, que entre los puntos más controversiales contemplaba un aumento de los impuestos a los más ricos, significaba una prueba de fuego inicial para el primer Gobierno de izquierda de la historia de Colombia: la aprobación de este proyecto demostraba la capacidad de gobernabilidad del Ejecutivo y un control del Parlamento.
Y hubo problemas en el camino. La reforma no cayó para nada bien en algunos sectores, que salieron a la calle para pedir su rechazo. Sin embargo, y casi en tiempo récord (un triunfo rotundo para el oficialismo),
el Gobierno de Petro consiguió aprobar el proyecto que permitirá recaudar cerca de 4.000 millones de dólares en los próximos cuatro años.
Además del alza en los impuestos a quienes ganen más de 10 millones de pesos colombianos (unos 2.000 dólares), la reforma contempla el aumento de los impuestos sobre el petróleo y el carbón.
Asimismo, estarán gravados alimentos como la carne de hamburguesa, el chocolate y las bebidas azucaradas, así como los plásticos de un solo uso.
La medida entrará en vigor a mediados de 2023 y será progresiva, tras un acuerdo de la oposición. Todo esto,
mientras Colombia vive un complicado momento económico, en medio de altos niveles de inflación, desempleo y una devaluación histórica de la moneda local con respecto al dólar.
Según encuestas, casi el 40% de los colombianos considera la economía el principal problema que debe resolver el país, por sobre otras temáticas como la seguridad, lo que supone un gran reto para el gobernante.
En busca de un acuerdo con la guerrilla
Estos cinco meses de gobierno de Gustavo Petro han estado también marcados por el retorno de las conversaciones de paz con el Ejército de Liberación Nacional (ELN), suspendidas completamente en 2019 por el entonces Presidente Iván Duque, tras un atentado explosivo en la Escuela de Cadetes de la Policía Nacional en Bogotá.
La decisión de Petro representa un cambio total respecto de su antecesor, un férreo opositor de los diálogos. Y en esta nueva etapa realizó una llamativa jugada, al convocar en el equipo negociador al empresario, líder ganadero y político opositor
José Félix Lafaurie, con quien en el pasado tuvieron intensas diferencias.
Lafaurie, que en algún momento calificó al actual Mandatario de "nazi" y "terrorista", aceptó la invitación señalando que "Petro ha demostrado que su administración será de diálogo y concertación", y que "ha abierto escenarios… quienes estamos en la otra orilla, lo que nos corresponde hacer es ir a esos espacios y construir en la dirección que ellos proponen, pero también por supuesto bajo los criterios que uno crea que debe aportar", según recogió BBC Mundo.
Entre quienes aplaudieron la medida estaba el ex presidente y líder opositor Álvaro Uribe: "Su participación puede contribuir a aproximar un aceptable nivel de acuerdo nacional sobre el tema, que requiere reflexión y hechos de paz del ELN", afirmó, según el citado medio.
Y así empezaron los diálogos, primero en Venezuela, y ahora en México. Todo marchaba con tranquilidad, hasta que Petro anunció
un cese bilateral del fuego con el ELN y otros grupos armados como la Segunda Marquetalia, el Estado Mayor Central, las AGC (Autodefensas Gaitanistas de Colombia) y las Autodefensas de la Sierra Nevada, desde el 1 de enero hasta el 30 de junio de 2023.
El anuncio, sin embargo, cayó mal en el ELN, que negó la existencia de tal acuerdo, volviendo los cuestionamientos al Presidente colombiano, cuyo gobierno tuvo que afrontar el "error". Este hecho enciende las alarmas respecto de las negociaciones con el grupo guerrillero, que deberán retomarse a fines de mes en México, con Chile como uno de los países garantes del proceso.
Acercamientos con Venezuela y conflictos con Perú
La llegada del nuevo Gobierno también supuso cambios en materia de política exterior. Luego del congelamiento total de las relaciones entre Colombia y Venezuela durante la administración de Duque, todo ha cambiado en los últimos meses.
A fines de agosto, ambos países restablecieron las relaciones diplomáticas, con el retorno de los respectivos embajadores. Un mes después, se reabrieron las fronteras, cerradas desde 2019, lo que suponía un gran cambio en las ciudades conectadas por este cruce. Y si bien las cifras aún no demuestran un gran cambio en materia económica, hay optimismo.
La cordialidad entre Maduro y Petro ha quedado demostrada, por ejemplo, en
el rol trascendental que ha jugado Venezuela en la reanudación de los diálogos de paz entre Colombia y el ELN, siendo sede de las primeras reuniones. Asimismo, hay intención de ambas partes de colaborar en los problemas de seguridad que se registran en la zona fronteriza.
Petro también ha mostrado diferencias con sus antecesores en política exterior tras lo ocurrido en Perú. Luego de la destitución y posterior arresto del Mandatario Pedro Castillo, el líder colombiano, junto a sus pares de México, Andrés Manuel López Obrador; Argentina, Alberto Fernández; y Bolivia, Luis Arce, elaboraron un comunicado expresando su "profunda preocupación" por la situación del ex gobernante, a quien respaldaron completamente.
En el texto, los cuatro gobiernos que defienden a Castillo exhortaron a quienes "integran las instituciones de abstenerse de revertir la voluntad popular expresada con el libre sufragio", generando la ira de la actual Presidenta peruana, Dina Boluarte, cuya administración criticó la "injerencia" de los mandatarios firmantes.
De acuerdo con medios colombianos y peruanos,
fue precisamente Petro quien tomó la iniciativa y convocó a sus colegas para manifestarse a favor de Castillo. Incluso, quiso congregar al Presidente chileno Gabriel Boric, quien se abstuvo y mantuvo una postura de respeto de las instituciones del Estado peruano.
Con todos estos antecedentes, el líder colombiano llega a Chile. Una visita que, sin dudas, dará que hablar.