Sin consenso el Congreso peruano postergó nuevamente el martes la sesión para decidir el adelanto de las elecciones para este año, cuando se convocaban centenares de manifestantes en el centro de Lima para exigir la renuncia de la presidenta Dina Boluarte.
El Congreso suspendió la sesión "para mañana, 1 de febrero, a las 11:00 a.m (16H00 GMT)", anunció la cuenta parlamentaria en Twitter, que desde el viernes intenta sacar un acuerdo para anticipar las elecciones a este año, a pedido de la presidenta Boluarte.
En un parlamento fraccionado en más de diez fuerzas políticas, además de congresistas independientes, las bancadas de derecha impulsan el adelanto de elecciones, adelantadas previamente para abril de 2024.
Pero las bancadas de izquierda quieren que se incluya en ese proyecto de ley un referéndum sobre una Asamblea Constituyente, la gran manzana de la discordia entre la dirigencia política peruana.
"La crisis en Perú se debe al modelo neoliberal que ha fracasado (...) lo que tiene que ir acompañado de este adelanto de elecciones, es la consulta popular para una Asamblea Constituyente", dijo el congresista Edgar Tello, del izquierdista Bloque Magisterial.
A pocas cuadras de la sede el Congreso y el palacio de Gobierno, en la Plaza Dos de Mayo del centro de Lima, donde se convocó en la tarde la llamada Gran Marcha, manifestantes de regiones y de la capital levantaban sus pancartas y coreaban "Dina renuncia ya".
"Así prospere el adelanto de elecciones, el pedido del pueblo es único: la renuncia de la señora Dina Boluarte. ¿Qué solucionamos con adelanto de elecciones si el pueblo no quiere saber nada de Dina Boluarte?, dijo a la AFP el estudiante de Puno (sur) Nelson Calderón, de 30 años.
Entre las banderas y pancartas, Rocío Rodríguez no escondía su escepticismo frente al poder: "Ellos (los congresistas) siempre quieren hacer lo que les da la gana. No estamos de acuerdo con el adelanto de elecciones", apuntó y desconoció también el mandato de Boluarte, considerada "traidora" del expresidente izquierdista Pedro Castillo.
La calle no cede
"La gran marcha en Lima, Dina renuncia ya", fue convocada por fuerzas sindicales, gremiales y campesinas también en otras varias ciudades, como en Arequipa y Juliaca, en la región de Puno, fronteriza con Bolivia, donde también se sucedían protestas.
En Cusco los mismos manifestantes le pidieron a los comerciantes solidarizarse con el paro del martes cerrando sus negocios. "Si los petitorios no se dan, los pueblos del sur van a seguir levantándose", advirtió el dirigente de Urubamba, en Cusco, Fredy Gonzáles, a la radio Exitosa.
Boluarte ha reconocido que la tensión social sigue en aumento, con bloqueos que han generado escasez de productos básicos y combustible en regiones, y con 48 muertos desde diciembre en esta crisis.
El poder político parece incapaz de hallar una respuesta a las demandas de la población, sobre todo rurales del sur andino, históricamente postergada, que había apostado a mejorar sus condiciones de vida con la llegada del izquierdista Pedro Castillo a la presidencia (2021-2022), destituido y detenido el 7 de diciembre tras intentar disolver el Congreso.
Boluarte, entonces vicepresidenta, asumió las riendas del gobierno.
"Consternada" por la violencia en Perú, la OEA llamó el lunes al gobierno a celebrar "pronto" elecciones bajo observación internacional.