El primer ministro británico, Rishi Sunak, defendió en el Parlamento el derecho de niños y jóvenes a recibir educación al rechazar la ola de huelgas que secundan este miércoles numerosos sectores en el Reino Unido, entre ellos profesores y personal universitario, en la mayor jornada de paro en una década.
En la sesión semanal de control en la Cámara de los Comunes del Parlamento, el líder conservador evitó pronunciarse demasiado sobre las huelgas y recalcó que, en el caso de los maestros, éstos ya recibieron un incremento salarial e insistió en que los niños "merecen estar en la escuela".
Medio millón de trabajadores, entre ellos conductores de trenes y de autobuses, además de profesores y empleados de las universidades, han parado en reclamo de mejoras salariales por el elevado costo de la vida, después de que la inflación llegase al 10,5%.
"El factor número uno que está afectando el nivel de vida de la geste es la inflación, provocada por la guerra en Ucrania", dijo Sunak, después de que el líder laborista,
Keir Starmer, primero de la oposición británica, criticase al Gobierno por "su falta de habilidad" para resolver las disputas salariales de los empleados.
Desde esta mañana, se han montado piquetes fuera de estaciones de trenes, escuelas primarias y secundarias, departamentos gubernamentales y universidades de todo el país.
Starmer acusó, además, al Ejecutivo conservador de ser "adicto" a los escándalos, en clara referencia al ahora ex presidente del Partido Conservador y ministro sin cartera Nadhim Zahawi, que fue destituido el domingo por el primer ministro a raíz de una controversia sobre irregularidades en su declaración de impuestos.
Sunak destituyó a Zahawi por violar el "código" de buena conducta ministerial en relación a la declaración fiscal.
El escándalo en torno a Zahawi estalló hace unos días tras admitir éste que había pagado una multa a la Hacienda británica (HMRC, por sus siglas en inglés) después de detectar un error, que calificó de "no deliberado", en el pago de impuestos.