Los primeros vagones quedaron totalmente destruidos a raíz del fuerte impacto.
AP
Al menos 36 personas murieron y 85 resultaron heridas en el norte de Grecia después de que un
tren que transportaba a cientos de pasajeros, muchos de ellos estudiantes universitarios que regresaban a casa de unas vacaciones,
chocara a gran velocidad contra un tren de carga, informaron autoridades el miércoles.
Varios vagones descarrilaron y al menos tres se incendiaron tras la colisión ocurrida antes de la medianoche del martes cerca de la localidad de Tempe, cuando el tren de pasajeros salía de un paso subterráneo bajo la autopista.
Los rescatistas iluminaban la escena con focos antes del amanecer del miércoles, mientras buscaban frenéticamente sobrevivientes entre los restos retorcidos y humeantes.
El gobierno declaró tres días de luto nacional y con la llegada del día los rescatistas empezaron a utilizar maquinaria pesada llevada hasta el lugar para mover fragmentos grandes del tren, lo que reveló más cuerpos y restos desmembrados.
"Es una tragedia indescriptible", dijo el vocero del gobierno, Giannis Oikonomou. Unos 500 trabajadores de emergencias se habían desplegado en el lugar, añadió.
Lo que parecía ser el tercer vagón del tren de pasajeros se veía sobre los restos destruidos de los dos primeros, donde se centraban las labores de búsqueda.
Muchos de los pasajeros en el tren de Atenas a Salónica eran estudiantes universitarios que regresaban a casa tras celebrar el Carnaval durante el fin de semana feriado.
"Esta es una tragedia terrible que resulta difícil de comprender", dijo la viceministra griega de Salud, Mina Gaga. "Lo lamento muchísimo por los padres de estos jóvenes", agregó.
El Primer Ministro de Grecia, Kyriakos Mitsotakis, tenía previsto visitar el lugar más tarde el miércoles.
Impacto a gran velocidad
Los sobrevivientes dijeron que varios pasajeros habían salido despedidos por la ventanas del tren debido a la fuerza del impacto. Otros lucharon por liberarse después de que el tren de pasajeros se saliera de la vía y se estrellara en un campo cerca de un acantilado, unos 380 kilómetros al norte de Atenas.
"Había muchos trozos grandes de acero", dijo Vassilis Polyzos, vecino de la zona y uno de los primeros en llegar al lugar. "Los trenes estaban totalmente destruidos, tanto el de pasajeros como el de mercancías", agregó.
Cuando él llegó, explicó, había gente desorientada que salía de los vagones traseros del tren.
"La gente, naturalmente, estaba asustada, muy asustada", dijo. "Miraban alrededor, buscando. No sabían dónde estaban", añadió.
Entre los fallecidos había ocho empleados ferroviarios, incluidos los dos maquinistas del tren de mercancías y los dos maquinistas del convoy de pasajeros, según el presidente del Sindicato de Trabajadores Ferroviarios Griegos, Yannis Nitsas.
Los trenes chocaron justo antes del Valle de Tempe, una garganta que separa las regiones de Tesalia y Macedonia. Costas Agorastos, el gobernador regional de Tesalia, dijo a la televisora griega Skai que los dos trenes chocaron de frente a gran velocidad.
"Los vagones uno y dos ya no existen, y el tercero ha descarrilado", explicó.
Rescatistas con lámparas frontales trabajaban en medio de una densa humareda y retiraban piezas de metal retorcido de los vagones para buscar a gente atrapada. Otros recorrían el campo con linternas y miraban bajo los restos del tren. Se creía que varios de los muertos habían aparecido en el vagón restaurante, cerca de la parte delantera del tren de pasajeros.
El servicio griego de bomberos informó de 66 personas hospitalizadas, seis de ellas en cuidados intensivos.
"El proceso de evacuación sigue en marcha y se realiza bajo condiciones muy difíciles debido a la gravedad de la colisión entre los dos trenes", dijo el vocero de bomberos Vassilis Varthakoyiannis.
La causa del siniestro todavía no está clara. Dos funcionarios ferroviarios estaban siendo interrogados por la policía pero no habían sido detenidos.
Los pasajeros que sufrieron heridas menores o que resultaron ilesos fueron trasladados en autobús a la ciudad de Salónica, 130 kilómetros al norte del incidente. La policía tomaba sus nombres al llegar en un esfuerzo de buscar a cualquiera que estuviera desaparecido.
Luego de descender de uno de los autobuses, un adolescente que se negó a ser identificado por su nombre dijo a los reporteros griegos que poco antes del choque sintió una fuerte frenada y vio salir chispas, y luego el tren se detuvo abruptamente.
"Nuestro vagón no se descarriló, pero los que iban al frente sí, y quedaron destrozados", declaró, visiblemente alterado.
Añadió que el primer vagón se incendió y que escapó al usar una mochila para romper una ventana del vagón en el que viajaba, el cuarto.
El operador ferroviario Hellenic Train dijo que el tren de pasajeros procedente de Atenas y con destino a la ciudad norteña de Salónica, llevaba unos 350 pasajeros a bordo cuando se produjo el choque.
En declaraciones a la televisora estatal, Agorastos describió el choque como "muy fuerte" y dijo que era "una noche terrible".
"La sección delantera del tren quedó destrozada... Estamos trayendo grúas y equipo especial para retirar los escombros y levantar los vagones. Hay escombros esparcidos por todo el lugar del accidente", agregó.
Funcionarios del gobierno dijeron que se había llamado al ejército para que ayudara en el rescate.
Hellenic Train, que ha incorporado servicios de alta velocidad en los últimos años, está operado por la compañía italiana FS Group, que gestiona servicios ferroviarios en varios países europeos.