La policía detuvo a un hombre sospechoso de matar a un niño de 11 años y los vecinos arrasaron su casa el lunes, en medio de una oleada de indignación por la creciente violencia del narcotráfico en la ciudad argentina de Rosario, donde la semana pasada se hicieron amenazas al futbolista Lionel Messi.
Máximo Jerez fue asesinado el domingo por la mañana cuando al menos un hombre armado atacó una fiesta de cumpleaños. Otros tres niños, incluido uno de dos años, resultaron heridos.
Horas después del entierro de Máximo el lunes, la gente en el vecindario norteño de Rosario, donde vivía el supuesto agresor,
asaltó la casa del sospechoso.
Noticieros locales mostraron imágenes en vivo de gente que encendía fuegos y arrojaba piedras a la casa del sospechoso, que en un momento dado apareció con un arma en la mano y pareció disparar.
La policía detuvo al hombre y después tuvo que impedir que la gente le atacara. Una vez el sospechoso había sido trasladado, los vecinos destruyeron su vivienda y robaron sus pertenencias.
Antonia Jerez, tía del niño fallecido, dijo a medios locales que los vecinos estaban hartos y no querían que se repitiera un incidente como la muerte de Máximo.
La gente destruyó al menos tres viviendas en la zona que afirmaron eran utilizadas por narcotraficantes.
El suceso fue un un nuevo giro dramático para una ciudad donde los asesinatos relacionados con las drogas se han vuelto habituales, con un nivel de violencia inusual en Argentina.
Adrián Spelta, el fiscal a cargo de la investigación, dijo a medios locales que el tiroteo mortal estaba relacionado con una lucha por el territorio entre pandillas rivales.
Spelta señaló que en otras ocasiones, la presencia de niños en el lugar habría disuadido a los pandilleros de abrir fuego, y que parecía que los antiguos límites se habían sobrepasado.
La situación en Rosario recibió atención internacional el jueves cuando hombres armados amenazaron a Messi por escrito en un mensaje que dejaron el jueves tras disparar en un supermercado propiedad de los suegros del futbolista. Nadie resultó herido en ese ataque a primera hora de la mañana.