Las autoridades alemanas recibieron una advertencia anónima sobre el estado psiquiátrico del hombre que anoche mató a siete personas durante un oficio religioso en Hamburgo, según reconoció este viernes el jefe de policía de esa ciudad del norte de Alemania, Martin Meyer.
El atacante, Philipp F., de 35 años y ex testigo de Jehová, había obtenido el año pasado un permiso de armas como tirador deportivo que le permitió adquirir la pistola que usó en el ataque contra esa comunidad, anunciaron este viernes en una rueda de prensa conjunta las autoridades policiales y la fiscalía.
El tirador, que se quitó la vida cuando la policía penetró en el edificio,
no disponía de antecedentes penales ni se habían presentado denuncias de ningún tipo contra él, pero Meyer explicó que un informante anónimo había alertado que, debido a un trastorno psiquiátrico sin diagnosticar, no era un candidato adecuado para un permiso de armas.
Las autoridades realizaron las diligencias correspondientes, pero de acuerdo con los resultados de la inspección que se llevó a cabo no se adoptaron más medidas y a F. no se le retiró el permiso de armas, señaló el responsable policial.
"Un soplo anónimo de alguien que manifiesta preocupación porque alguien pueda tener un trastorno psíquico no es una base sobre la puedan adoptarse medidas", remachó Meyer ante las preguntas de la prensa y argumentó que esa posibilidad llevaría a un clima de denuncia mutua entre la ciudadanía.
La relación entre el tirador y la comunidad de testigos de Jehová que atacó no ha sido todavía esclarecida por completo y las autoridades investigan si la abandonó por voluntad propia o si fue expulsado debido a algún tipo de disputa.
Sin embargo, Meyer recalcó que "no hay ningún indicio de que miembros de la comunidad se sintieran amenazados".
Los hechos ocurrieron sobre las 21:00 horas locales, cuando F. abrió fuego primero contra una mujer que se hallaba en un vehículo del estacionamiento del edificio y después comenzó a disparar a través de la ventana del bajo donde los testigos de Jehová celebraban un oficio religioso.
Sin dejar de disparar, irrumpió en el interior, donde acabó con la vida de seis adultos y de un feto de siete meses de gestación, antes de que se viera interrumpido por la llegada de las fuerzas especiales de la policía.
Según los medios alemanes, el atacante era originario de Kempten (sur de Alemania) y en su página web ofrecía sus servicios como asesor en materias de diversa índole, desde empresariales a teológicas.