La policía israelí anunció el arresto de más de 350 personas durante violentos enfrentamientos ocurridos la madrugada de este miércoles en la mezquita de Al Aqsa de Jerusalén, lo que llevó al movimiento Hamás a pedir a los palestinos que acudan en masa a defender este emblemático lugar de culto musulmán.
Los enfrentamientos dentro de uno de los lugares más emblemáticos del mundo para los musulmanes coincide con la celebración del Ramadán musulmán y la Pascua judía, en un clima especialmente tenso entre israelíes y palestinos desde principios de año.
El movimiento islamista palestino
Hamás, en el poder en la Franja de Gaza, denunció "un crimen sin precedentes" y llamó a los palestinos de la Cisjordania ocupada
"a acudir en masa a la mezquita de Al Aqsa para defenderla".
La mezquita se encuentra en la Explanada de las Mezquitas, el tercer lugar más sagrado del Islam, en Jerusalén Este, el sector palestino de la Ciudad Santa ocupado y anexionado por Israel.
La Explanada está construida sobre lo que los judíos llaman el Monte del Templo, el lugar más sagrado del judaísmo.
La calma volvió por la mañana al recinto, cuyos alrededores están fuertemente vigilados por la policía israelí, que filtra las entradas. Visitantes judíos, escoltados por la policía, recorrieron brevemente la Explanada.
Las fuerzas israelíes irrumpieron por la noche en la mezquita, "rompiendo puertas y ventanas", mientras que fieles se encontraban allí para rezar, afirmó Abdelkarim Ikraiem, un palestino de 74 años que estaba presente.
Llevaban "palos, armas, granadas de gas lacrimógeno y bombas de humo" y golpearon a los fieles, dijo.
El ministro palestino de Asuntos Civiles,
Husein Al Sheikh, declaró que "el nivel de brutalidad (de la policía israelí) exige una acción urgente palestina, árabe e internacional".
Jordania, que administra los lugares santos musulmanes de Jerusalén, condenó el "asalto" a la mezquita y pidió a las fuerzas israelíes que se retiren inmediatamente, mientras que Arabia Saudita dijo que "rechaza categóricamente" las acciones que violan "los principios y normas internacionales de respeto a lo sagrado".
Explosiones
La Policía israelí difundió un video que muestra explosiones de lo que parecían ser fuegos artificiales en el interior del santuario, y donde se ven lo que parecen ser personas lanzando piedras.
En otro video de la policía se ve a agentes antidisturbios avanzando hacia la mezquita, protegiéndose con escudos de los disparos de cohetes.
Las imágenes muestran una puerta atrincherada, fuegos artificiales sobre una alfombra y a la policía evacuando al menos a cinco personas con las manos esposadas.
En un comunicado, la policía denunció la acción de "varios jóvenes fuera de la ley y agitadores enmascarados que introdujeron fuegos artificiales, palos y piedras" en la mezquita.
"Los líderes se atrincheraron en el interior durante varias horas (después de la última oración vespertina) para alterar el orden público y profanar la mezquita", mientras coreaban "consignas que incitaban al odio y a la violencia", añade el texto.
"La policía se vio obligada (a intervenir) para desalojarlos y permitir que tuvieran lugar (las primeras oraciones del alba) y evitar disturbios violentos", declaró la policía. "Más de 350 personas fueron detenidas", añadió.
"Acción decidida"
El ministro israelí de Seguridad Interior, Itamar ben Gvir, acusó a los que fueron desalojados de la mezquita de querer "herir y asesinar a policías y herir a ciudadanos israelíes", al tiempo que felicitó a la policía por su "acción rápida y decidida".
Tras los enfrentamientos en Al Aqsa, se lanzaron varias salvas de cohetes desde el norte de la Franja de Gaza hacia territorio israelí.
En represalia, el Ejército israelí llevó a cabo ataques aéreos contra lo que dijo que eran instalaciones militares de Hamás en la Franja de Gaza, donde decenas de personas se habían manifestado antes y habían quemado neumáticos jurando "defender y proteger la mezquita de Al-Aqsa".
El Ministerio de Relaciones Exteriores egipcio condenó en un comunicado "la irrupción de la policía israelí en el interior de la mezquita de Al Aqsa y la agresión contra los fieles".
La Cancillería iraní denunció "el ataque brutal del régimen sionista (...) (que) muestra al mundo una vez más la naturaleza criminal de este régimen".
La Liga Árabe denunció "el ataque a los fieles" y convocó una reunión de emergencia el miércoles por la tarde.
El conflicto palestino-israelí se ha intensificado en lo que va de año. La violencia dejó casi 110 muertos desde enero y se reanudó el fin de semana pasado tras la relativa calma que reinaba desde el comienzo del Ramadán, el 23 de marzo.