Como la presión internacional dificulta ejecutar a detenidos por protestas, "para compensarlo y extender el miedo en la población, las autoridades han intensificado las ejecuciones por cargos no políticos", afirma ONG.
AFP
Irán ejecutó al menos a 582 personas en 2022, lo que constituye un 75% más que el año anterior, señala un informe sobre la pena de muerte difundido este jueves por la organización, con sede en Noruega, Iran Human Rights (IHRNGO), que denuncia una "maquinaria de ejecuciones" para "sembrar el terror" en ese país.
Solo el 12%de las ejecuciones han sido comunicadas por las autoridades
El documento –realizado con el apoyo de la ONG iraní Unidos Contra la Pena de Muerte (ECPM), con base en Francia– también resalta que solo el 12% de las ejecuciones fueron comunicadas por las autoridades.
Al menos 288 de los ajusticiamientos fueron por cargos de asesinato, la cifra más alta en 15 años, y 256 por delitos de drogas, el doble que en 2021. Además, el informe señala que quince de los ejecutados fueron por cargos vinculados a delitos de seguridad.
En la lista de ejecutados figuran tres adolescentes y dieciséis mujeres.
Esta alza de las ejecuciones coincide con las revueltas que se han registrado en ese país en los últimos meses, tras la muerte en septiembre pasado de una joven kurda que fue detenida por la policía de la moral por no llevar bien puesto el velo.
Según el informe, más de cien personas que participaron en las protestas se arriesgan a cargos de pena de muerte, sentencias y ejecución. Una veintena ya ha sido condenada a muerte en juicios preliminares.
"Las reacciones internacionales a las sentencias de muerte contra manifestantes han dificultado que la República Islámica haya procedido con las ejecuciones. Para compensarlo y extender el miedo en la población, las autoridades han intensificado las ejecuciones por cargos no políticos", explicó el director de IHRNGO, Mahmood Amiry-Moghaddam, quien instó a la comunidad internacional a mostrar su oposición contra las ejecuciones.