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Entre crisis, huelgas y cuestionamientos a la Corona: Así recibe Reino Unido a Carlos III

La coronación del monarca británico se da en medio de un complejo escenario económico, político y social en su país, con el Brexit como uno de los grandes detonadores.

06 de Mayo de 2023 | 07:30 | Por Ramón Jara A., Emol
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AFP
Los ojos de todo el mundo están puestos este sábado en Reino Unido. La coronación de Carlos III no solo es un acontecimiento que llama la atención de los británicos, sino del mundo. Su llegada al trono después de 70 años de reinado de su madre, la fallecida Isabel II, despierta una serie de sentimientos y expectativas respecto a esta ceremonia cargada de simbolismos y lujos.

La extinta reina tomó la Corona en 1952, cuando el país se recuperaba de los estragos dejados por la II Guerra Mundial siete años antes. Siete décadas después su hijo toma la posta en un escenario distinto, pero igual de complejo.

Ya consumada su salida de la Unión Europea -el conocido "Brexit"- el Reino Unido vive momentos turbulentos en materia económica, política y social, con una inflación histórica, un descontento ciudadano que cada día crece más y un Gobierno que ha perdido el apoyo popular y ve cómo la oposición laborista se ha posicionado a tal punto que podría ganar las elecciones pensadas para el próximo año.

Ese es el país que recibe al monarca británico. Y si bien asume como jefe de Estado mas no de Gobierno, se espera que de todas formas tome
un rol de líder y convoque a la unidad de un pueblo fracturado, pese a que su popularidad y llegada con la gente no es la misma que la de su progenitora.

"Las monarquías están por sobre la política contingente. De un gobierno se entiende, porque quieren ganar votos porque quieren ser elegidos para el periodo siguiente. Un rey no, por lo que toma decisiones a largo plazo, toma las decisiones con toda la sabiduría de miles de años", explicó a EmolTV el académico de la Facultad de Psicología y Humanidades de la Universidad San Sebastián y autor del libro "Coronación", José Manuel Cerda.

Los coletazos del Brexit y una crisis económica y social

Carlos III tomó la jefatura de Estado en septiembre pasado, tras la muerte de Isabel II. Lo hizo durante el gobierno de Liz Truss, quien asumió como primera ministra luego de la renuncia de Boris Johnson. Sin embargo, la entonces líder conservadora debió dejar el Ejecutivo tras el fracaso de sus políticas económicas: estuvo solo 44 días en el cargo.

En su reemplazo asumió el ex ministro Rishi Sunak, quien había perdido en primera instancia con Truss en la elección interna del Partido Conservador. Ahora, el ex ministro llegaba a Downing Street 10 con la misión de levantar a un alicaído país y recuperar las confianzas. Sin embargo, la tarea ha sido compleja.

Desde la llegada de Sunak al poder a fines del año pasado, la crisis de representatividad política es cada vez más grande y el oficialismo ha visto cómo sus réditos descienden. Ejemplo claro de esto fueron las elecciones locales de Inglaterra celebrado el jueves, donde los conservadores sufrieron una dura derrota a manos de los laboristas. De mantenerse esta tendencia, todo indica que la oposición se quedará con los comicios generales contemplados para fines de 2024.

Con la guerra de Ucrania entre medio, la economía británica ha sufrido a montones. Si bien los últimos indicadores evidenciaron una baja, la inflación se mantiene arriba del 10% interanual. El peor momento se registró en marzo, cuando la inflación llegó al 19,1%, algo que no se veía desde agosto de 1977.

Y el alza del costo de la vida ha golpeado a los británicos, tanto así que diferentes gremios como los trabajadores de la salud, ferroviarios y profesores han liderado huelgas históricas reclamando más ayuda estatal y un alza en los salarios. El descontento crece cada vez más.

Detrás de todo esto hay una palabra que se ha repetido en el último tiempo: Brexit. La salida del Reino Unido de la Unión Europea, que se concretó después de un largo y pedregoso camino tras el referéndum de 2016, trajo una serie de consecuencias y, para los detractores de esta medida, ha complicado aún más las cosas en este escenario económico.

Con un país aislado y trenzado en polémicas con sus pares europeos, José Manuel Cerda ve de todos modos una oportunidad, que debería ser aprovechada por Carlos III.

"El Brexit también es una oportunidad, porque desvincula un poco a Inglaterra de Europa, pero la vincula al resto del mundo, porque obviamente la Unión Europea y la Commonwealth implicaban un trato especial de parte del Reino Unido hacia 54 naciones respecto de Europa, entonces si hay algo remotamente bueno del Brexit es que va a permitir que el reinado de Carlos III, el gobierno de los primeros ministros e Inglaterra piensen más en el mundo desde un punto de vista global y sientan la posibilidad de establecer vínculos políticos y diplomáticos con países como Chile", afirmó.

El sentir de republicanos e independentistas

Carlos III también debe enfrentar -esta vez más de cerca- un sentir que ha crecido en el último tiempo: el de los republicanos que abogan por el fin de la monarquía y que la jefatura de Estado sea encabezada por un presidente electo. De hecho, se espera que algunos de ellos, agrupados en el movimiento Republic, realicen manifestaciones durante la ceremonia de coronación.

Y si bien la mayoría de la población sigue respaldando a la Familia Real, este apoyo ha disminuido con los años. Este descontento se aprecia más en en la juventud: según una encuesta de You Gov, solo un 32% de las personas entre 18 y 24 años apoya la institución monárquica, mientras que un 38% querría un jefe de Estado electo, con un 30% de indecisos.

"El rey Carlos hereda una institución que, si bien sigue siendo popular, tiene una tarea más difícil para justificarse ante los ojos de la opinión pública", afirmó el politólogo John Curtice, en un informe publicado por el centro de estudios "UK in a changing Europe", recogido por la agencia EFE.

Por otro lado, la monarquía ha perdido apoyo a nivel internacional. Actualmente, son 56 los países que integran la Commonwealth (Mancomunidad de Naciones), de los cuales 15 reconocen al rey de Inglaterra como su jefe de Estado, sin embargo, varios de ellos -específicamente las antiguas colonias del Caribe- están evaluando dejar ese estatus.

Pero sin dudas que lo que más preocupa en Londres es el afán independentista de algunas naciones del Reino Unido, principalmente Escocia e Irlanda del Norte. En el primer caso, desde hace años que sus líderes abogan por la realización de un nuevo referéndum, impulsados principalmente por el Brexit, que no contó con el apoyo de los escoceses.

Sin embargo, José Manuel Cerda recalcó que la situación más complicada se ve en Irlanda del Norte, que actualmente es gobernada por Sinn Féin, partido que en sus inicios fue el brazo político del grupo IRA. "No me extrañaría que la próxima nación en salirse del Reino Unido sea Irlanda del Norte", afirmó.

Por ahora, Carlos III sigue enfocado en liderar a los británicos como su jefe de Estado. Tras siete décadas de preparación, llegó su momento.
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