El lunes, Ucrania recibía con alegría las noticias de la incursión en la Federación Rusa de dos grupos de voluntarios rusos que luchan contra el Gobierno de Vladimir Putin desde territorio ucraniano, trazando paralelismos irónicos con el discurso utilizado por Moscú para justificar los levantamientos separatistas que Rusia alentó en 2014 en el este de Ucrania. El operativo, no obstante, ya habría sido desmantelado, según informó el Kremlin.
Numerosos usuarios de las redes sociales llamaron a la región rusa fronteriza con Ucrania en la que actuaron las dos formaciones de voluntarios rusos anti-Putin como la "República Popular de Belgorod".
La denominación hace referencia a las "repúblicas populares" títeres del Kremlin de
Lugansk y Donetsk, declaradas en la región ucraniana del Donbás en 2014 después de que milicias prorrusas tomaran el control de una parte de esa zona de Ucrania.
Con más de 1,2 millones de seguidores en Twitter, el corresponsal militar del diario Kyiv Independent Illia Ponomarenko es uno de los periodistas ucranianos más populares e influyentes. El reportero escribió con sorna en su cuenta que los voluntarios que protagonizaron este lunes la incursión armada en territorio ruso deben ser llamados "rebeldes o separatistas rusos proucranianos".
"No sabemos quién está detrás de estas fuerzas y de dónde reciben sus armas y sus vehículos militares", agregó Ponomarenko replicando la actitud del Kremlin ante quienes denunciaban la responsabilidad de Rusia en los alzamientos armados del Donbás.
La operación, sin embargo, duró poco tiempo. Según informó el Gobierno ruso este martes, "los grupos armados nacionalistas
fueron rodeados y eliminados. Han sido liquidados más de setenta terroristas ucranianos".
De acuerdo con el vocero del Ministerio de Defensa, Igor Konashenkov, parte de los asaltantes fueron expulsados a Ucrania, donde la artillería rusa siguió atacándoles "hasta su total eliminación". También fueron destruidos cuatro blindados y cinco camionetas.
Confirmación oficial de Kiev
Igual que Moscú negó entonces cualquier relación con quienes empezaron la guerra en el Donbás para volver a la órbita rusa separándose de Ucrania, Kiev niega hoy vínculos con el Cuerpo de Voluntarios Rusos y la Legión Libertad para Rusia, los dos grupos de voluntarios que reivindicaron las acciones armadas en Belgorod.
"Ucrania observa la situación en la región rusa de Belgorod con interés", dijo el asesor presidencial ucraniano Mijailo Podolyak, "pero no tiene nada que ver con esto". Podolyak llamó a los grupos de voluntarios rusos "movimiento de guerrilla armada".
En la misma línea se pronunció la inteligencia militar ucraniana, que confirmó la autoría de la incursión y se refirió a ella como "una operación para liberar estos territorios de la región de Belgorod del llamado 'régimen de Putin'".
Tanto la ciudadanía como las autoridades ucranianas asisten con satisfacción no disimulada a unos acontecimientos que llevan a territorio ruso la guerra que las milicias pro Moscú llevaron al este de Ucrania en 2014 y el Kremlin extendió a todo el territorio ucraniano el 24 de febrero de 2022.
Los grupos rebeldes
Son dos los grupos de rebeldes que reivindicaron la incursión en Belgorod. Uno de ellos es el Cuerpo de Voluntarios Rusos, que ya reivindicó hace semanas otra acción militar en territorio ruso calificada por Moscú de terrorista y está liderado por el militante de extrema derecha Denis Kapustin, a quien varios medios de prensa califican también de "neonazi".
En su manifiesto, el grupo dice luchar "junto a nuestros camaradas ucranianos" contra un "régimen criminal de Putin" que "ha suprimido cualquier forma de autoconciencia nacional" y ha enviado a "sus hordas asiático-caucásicas de asesinos a la vecina Ucrania", en referencia a la alta presencia de minorías no eslavas en el ejército ruso.
El texto fundacional del Cuerpo de Voluntarios se refiere al Presidente Vladimir Putin como
"el calvo loco" y dice estar compuesto por
"voluntarios rusos que viven en el territorio de Ucrania", a la que se refieren como "la patria que nos ha acogido".
El segundo grupo de incursionistas es la Legión Libertad de Rusia, una formación mucho más visible en Ucrania de la que el entonces asesor de la oficina presidencial ucraniana Oleksiy Arestovych dijo hace un año que estaba luchando en el frente con las Fuerzas Armadas ucranianas.
Este grupo utiliza la bandera blanca y azul, sin el rojo de la tricolor rusa, con la que se identifican los rusos críticos con el Presidente Putin. La Legión Libertad de Rusia defiende en su manifiesto un futuro en "libertad" para los rusos, y denuncia a Putin por corrupto y por violar los "valores democráticos" y los "derechos humanos".