La derecha arrasó este lunes en la segunda vuelta de las elecciones municipales en Italia, al vencer en seis capitales de provincia y arrebatar feudos de la izquierda como Ancona, capital de la región de Las Marcas (centro), donde los progresistas gobernaban desde hace más de tres décadas.
Italia celebró entre el domingo y el lunes una cita electoral en la que los habitantes de 41 municipios estaban llamados a las urnas en una segunda vuelta, después de que ninguno de los candidatos alcanzara una mayoría superior al 50% en los comicios locales celebrados los pasados días 14 y 15 de mayo.
La atención estaba puesta, sobre todo, en siete capitales de provincia:
Vicenza, Massa, Pisa, Siena, Terni, Ancona y Brindisi, además de un centenar de municipios de Sicilia y Cerdeña, donde se celebraba la primera vuelta.
Con el recuento finalizado, los candidatos apoyados por la coalición conservadora que replica el Gobierno estatal, formado por Hermanos de Italia, La Liga y Forza Italia, se impusieron en la gran mayoría de localidades: Massa, Pisa, Siena, Brindisi y Ancona, mientras que en Terni ganó una lista cívica independiente pero próxima a la derecha.
Así, los resultados sirvieron para que la líder del Ejecutivo, la ultraderechista Giorgia Meloni, los interpretara en clave nacional como un espaldarazo a su gestión, apenas nueve meses después de su triunfo en los comicios generales.
"Quiero dar las gracias a todos los ciudadanos que han elegido confiar en la centro-derecha premiando nuestro buen gobierno, nuestras propuestas y nuestra concreción", celebró Meloni en un video publicado en redes sociales.
De todas las victorias, la más simbólica es la de Ancona, administrada por la izquierda desde hace más de tres décadas y que el nuevo Partido Demócrata (PD) liderado por Elly Schlein aspiraba a mantener.
La nueva líder de la socialdemocracia en Italia no solo perdió esta importante plaza, sino que tampoco consiguió recuperar las toscanas Pisa y Siena, donde los resultados del primer turno fueron muy ajustados, y tan solo venció, con un margen del 1%, en Vicenza, donde su partido concurrió en una lista junto a los centristas de Italia Viva y Azione.
En primera vuelta, los progresistas solo consiguieron retener Brescia y Treamo, entre los municipios importantes.
"Es una clara derrota. Son elecciones locales, pero demuestran que el viento a favor de la derecha sigue soplando fuerte", admitió la líder de la oposición italiana desde la sede nacional del partido en Roma.
Más de seis millones de electores de 790 municipios estaban llamados a las urnas en los comicios locales, cuya primera vuelta se celebró el pasado 14 y 15 de mayo y que, con una baja participación que rondó el 50%, se planteó como un plebiscito para el Gobierno de Meloni y el primer gran reto electoral para Schlein.
En ese primer turno, la derecha venció en Treviso, Imperia y Sondrio (norte) y Latina (centro), confirmando el buen rendimiento electoral que mantiene la coalición conservadora.
Además, en esta cita electoral también se celebraban elecciones en 39 municipios de Sicilia, de los cuales 4 son capitales de provincia: Catania, Trapani , Ragusa y Siracusa y otras 128 localidades de Cerdeña.
Según los sondeos a pie de urna, la derecha habría arrasado en Catania, la segunda localidad más habitada de Siclia, con más del 60% de los votos, lo que haría innecesario ir a una segunda vuelta.
El resultado en esa localidad era especialmente simbólico porque hasta allí se desplazaron los tres líderes conservadores, Meloni (Hermanos de Italia), Matteo Salvini (Liga) y Antonio Tajani (Forza Italia), para impulsar a su candidato, Enrico Trantino, que se enfrentaba a Maurizio Caserta, apoyado por el PD y el Movimiento 5 Estrellas (M5S), en un nuevo intento de alianza entre ambos partidos opositores.