El secretario de Estado estadunidense, Antony Blinken, descartó que su país pretenda "contener" a China y sostuvo que un desacople completo de ambas economías sería desastroso, aunque precisó que Estados Unidos seguirá tomando las medidas que considere necesarias para preservar su seguridad nacional.
"Existe una profunda diferencia para los Estados Unidos y para muchos otros países entre la reducción del riesgo y el desacoplamiento", afirmó Blinken en una conferencia de prensa en Beijing al finalizar su viaje al país asiático.
Blinken dejó claro que "un compromiso económico sólido y saludable beneficia tanto a Estados Unidos como a China", y describió como "desastrosa" la posibilidad de "desvincular y detener todo comercio e inversión" con el gigante asiático.
El secretario de Estado declaró que quieren ver el "éxito" de economías como la del gigante asiático, ya que beneficia a EE.UU., pero defendió que no es del interés estadounidense el "proporcionar tecnología a China" que podría usarse en su contra. El diplomático usó como ejemplo la posibilidad de que China utilice cierta tecnología para "construir misiles hipersónicos" que puedan tener "fines represivos", algo que les "interesa" evitar. "No tengo ninguna duda de que China haría exactamente lo mismo", agregó Blinken.
"Queremos ver el éxito en todas partes del mundo, incluidas, por supuesto, las principales economías como China. Es de nuestro interés. Pero al mismo tiempo no es de nuestro interés proporcionar tecnología a China que podría usarse contra nosotros", precisó.
Blinken también manifestó que uno de los principales objetivos de su viaje era asegurar a sus anfitriones que EE.UU. no está "tratando de contener económicamente" a China. "No lo estamos haciendo, y, como he dicho, no se trata de desvincularnos, tratamos de reducir el riesgo y diversificarnos, y esto es lo que quiero decir con eso", puntualizó.
China se compromete a no enviar armas a Rusia
El secretario de Estado de EE.UU. también afirmó que su país no apoya la "independencia de Taiwán", aunque definió como "acciones provocadoras" las realizadas por China en el Estrecho y en el Mar Meridional. "Seguimos oponiéndonos a cualquier cambio unilateral del 'statu quo' por cualquiera de las partes y seguimos esperando la resolución pacífica de las diferencias", afirmó el jefe de la diplomacia estadounidense.
Asimismo, agregó que siguen "comprometidos" con sus "responsabilidades" en virtud a la Ley de Relaciones con Taiwán, entre las que destacó el deber de asegurarse de que la isla "tenga la capacidad de defenderse".
En cuanto al conflicto en Ucrania, Blinken afirmó que China reiteró su promesa de no enviar armas a Rusia para apoyar su guerra. "China nos ha asegurado a nosotros y a otros países que no está entregando y no entregará ayuda letal a Rusia para utilizarla en Ucrania", afirmó.
"No hemos visto ninguna evidencia que contradiga esto. Lo que nos sigue preocupando, por otro lado, es la posibilidad de que las empresas chinas suministren tecnología a Rusia que esta última pueda utilizar para continuar su agresión en Ucrania. Hemos pedido al gobierno chino que esté muy atento a esto", añadió.
China afirma ser neutral en el conflicto y pide respeto por la soberanía de los estados, incluida Ucrania, pero nunca ha condenado públicamente la operación militar lanzada por el Presidente ruso Vladimir Putin.
Con todo, Blinken consideró que su visita a China ha sido "un paso positivo" en el objetivo de gestionar "de forma responsable" la relación bilateral, aunque "ni mucho menos" ha solucionado de golpe los problemas y desacuerdos entre las dos potencias. "Estaba claro que la relación se encontraba en un punto de inestabilidad y ambas partes reconocíamos que había que estabilizarla", señaló.
También dijo confiar en que, de ahora en adelante, exista mejor comunicación entre Beijing y Washington: "Esto no va a solucionar de golpe todos los problemas o desacuerdos que existen entre nosotros, pero ambos coincidimos en que es crítico gestionar la relación con responsabilidad", afirmó.
En esa línea, destacó que concretó "todos los objetivos del viaje", que eran "establecer canales directos de comunicación, abordar temas de preocupación y explorar la cooperación en temas de interés mutuo, entre los que citó el clima, la estabilidad económica global, la salud, la lucha contra el tráfico de fentanilo y los intercambios 'pueblo a pueblo'".
Insistió en la importancia de esta visita para "estabilizar la relación y poder plantear cara a cara asuntos" que preocupan a Estados Unidos y en los que existen "profundas diferencias". "Es beneficioso saber que hay claridad entre nosotros en esas cuestiones", señaló, y subrayó la importancia de mantener canales abiertos de comunicación para asegurar "que la competencia no se convierta en conflicto".
También anticipó que, fruto del viaje, se producirán en las próximas semanas nuevas visitas de representantes estadounidenses de alto nivel a China y confió en que estos viajes sean recíprocos.