El presidente ucraniano Volodimir Zelenski reivindicó la "valentía" de su pueblo al cumplirse 500 días de la guerra iniciada por Rusia, que volvió a lanzar este sábado un mortífero ataque en el este del país.
Zelenski publicó en redes sociales un vídeo sin fecha de una visita a la Isla de las Serpientes, en el Mar Negro, convertida en un lugar símbolo de la resistencia ucraniana durante el conflicto.
"Hoy estamos en la Isla de las Serpientes, que nunca será conquistada por los ocupantes, como toda Ucrania, porque somos el país de los valientes", dijo.
En los primeros días de la invasión, un intercambio por radio entre soldados ucranianos, que "mandaron a la mierda" a la tripulación del buque de guerra de Rusia que exigía su rendición, se volvió viral. Finalmente los ucranianos recuperaron la isla en junio de 2022.
"Quiero agradecer desde aquí, desde este lugar de victoria, a cada uno de nuestros soldados por estos 500 días", agregó Zelenski en el video, donde aparece llegando a la isla en bote y depositando flores y velas.
Desde el inicio de la guerra, el 24 de febrero de 2022, la ONU ha documentado la muerte de 9.000 civiles, incluidos 500 niños, aunque estima que la cifra podría ser mucho mayor.
Este balance volvió a aumentar el sábado con la muerte de ocho personas por disparos de cohetes rusos en la ciudad de Lyman, en el este, indicaron las autoridades ucranianas.
"A alrededor de las 10 de la mañana, los rusos atacaron la ciudad con lanzacohetes múltiples", dijo el gobernador de la región de Donetsk, Pavlo Kyrylenko, en las redes sociales.
Según el ministerio del Interior ucraniano, además de los ocho muertos, 13 personas resultaron heridas.
De acuerdo con Noel Calhoun, subdirector de la Misión de Vigilancia de los Derechos Humanos en Ucrania (HRMMU), los 500 días de conflicto marcan "otro sombrío hito en la guerra que continúa cobrándose un horrible tributo entre la población civil ucraniana".
Bombas de racimo
Zelenski, de gira por varios países para obtener apoyos occidentales antes de una cumbre de la OTAN la próxima semana, llegó el viernes por la noche a Turquía, donde obtuvo el respaldo del presidente Recep Tayyip Erdogan a las aspiraciones de Ucrania de entrar en la Alianza Atlántica.
Este sábado, el presidente ucraniano rezó en Estambul por las víctimas de la guerra junto al patriarca Bartolomé, considerado como el líder de los ortodoxos del mundo.
Zelenski recibió el viernes el compromiso de Estados Unidos de suministrarle bombas de racimo, una decisión polémica porque este tipo de armas están prohibidas en gran parte del mundo, aunque no en Rusia o Ucrania.
El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, admitió que suministrar este tipo de armas, que explotan en el aire dispersando una gran cantidad de submuniciones sobre una zona extensa, fue "una decisión difícil", condenada por varias oenegés.
Por el momento los esfuerzos internacionales para mediar en el conflicto han fracasado, incluidos los del presidente turco Erdogan, que al tiempo que impulsa el comercio con Rusia suministra drones y otras armas a Ucrania.
"No hay duda de que Ucrania merece ser miembro de la OTAN", dijo Erdogan junto a Zelenski en Estambul, un apoyo que podría complicar sus relaciones con Rusia.
El líder turco afirmó que él y Putin hablarán de posibles intercambios de prisioneros, así como de la posible extensión de un acuerdo negociado el año pasado para que Ucrania pueda exportar grano al mercado global.
El acuerdo expirará el 17 de julio a menos que Rusia acepte su renovación.
Preguntado sobre una posible reunión con Erdogan, el portavoz del Kremlin, Dmitri Peskov, dijo el sábado, citado por agencias de noticias rusas, que "el contacto es posible" aunque aún no hay fecha.
