La incertidumbre política creció el miércoles en Guatemala luego de que la justicia inhabilitara al partido del candidato Bernardo Arévalo, pero poco después el Tribunal Electoral lo proclamó para disputar el balotaje presidencial con la ex primera dama Sandra Torres.
Un juzgado inhabilitó al partido Semilla de Arévalo, que dio la sorpresa en la primera vuelta, lo que le impediría disputar el balotaje del 20 de agosto.
El Juzgado Séptimo de la instancia penal ordenó la suspensión de la personería jurídica del partido político Movimiento Semilla", dijo en un video
Rafael Curruchiche, jefe de la Fiscalía Especial Contra la Impunidad (FECI), que solicitó la inhabilitación.
La decisión judicial es controvertida, pues la propia ley guatemalteca expresa que "no podrá suspenderse un partido después de la convocatoria a una elección y hasta que ésta se haya celebrado", lo que llevó a Estados Unidos a calificar el fallo como una "amenaza a la democracia".
Poco después del anuncio del fiscal especial, el Tribunal Supremo Electoral (TSE) proclamó a Torres y Arévalo, ambos socialdemócratas, para medirse en segunda vuelta, al ser los más votados entre 22 candidatos en los comicios del 25 de junio.
El TSE procedió "a declarar la validez" de la primera vuelta presidencial y dio como ganadores a Torres y a Arévalo, dijo su secretario general, Mario Velázquez, al leer la resolución adoptada por sus magistrados.
"Ganar en las urnas"
"El partido UNE (Unidad Nacional por la Esperanza de Torres) y el movimiento Semilla ya están en la posibilidad de iniciar su campaña" para el balotaje, dijo la presidenta del TSE, Irma Palencia.
La magistrada afirmó desconocer la decisión judicial contra el partido Semilla, anunciada previamente por el fiscal Curruchiche.
Sin embargo, la jefa del TSE agregó: "Nosotros sabemos que
las elecciones se ganan en las urnas, con el sagrado sufragio de los ciudadanos", en una aparente crítica a la intromisión judicial en el proceso electoral.
La decisión judicial se dio luego de la presentación de recursos legales por los partidos que perdieron la primera vuelta de las presidenciales del 25 de junio, lo que demoró la proclamación de Torres y Arévalo como candidatos al balotaje.
El fiscal Curruchiche, quien está sancionado por Washington por perseguir a ex fiscales que combatieron la corrupción, justificó la medida contra Semilla por supuestas irregularidades en la recolección de firmas para su legalización.
Reacción de EE.UU.
Estados Unidos se congratuló este miércoles de la decisión del TSE y expresó su preocupación por las "amenazas" a la democracia en Guatemala por las maniobras judiciales contra el partido de Arévalo.
"Damos la bienvenida a la certificación del @TSEGuatemala de los resultados electorales de la primera ronda que defienden la voluntad del pueblo y esperamos con ansias la votación del 20 de agosto sobre los dos principales candidatos presidenciales anunciados", escribió en su cuenta de Twitter el jefe de la diplomacia de Estados Unidos para América Latina, Brian Nichols.
"Sin embargo,
estamos profundamente preocupados por las nuevas amenazas del @MPguatemala (Ministerio Público) a la democracia electoral de Guatemala. Las instituciones deben respetar la voluntad de los votantes", añadió Nichols.
Expertos, activistas y el propio Arévalo venían advirtiendo desde antes de los comicios que el sistema democrático navegaba por aguas turbulentas en Guatemala, por el control político sobre el poder judicial, procesos a periodistas, exclusión de candidatos presidenciales y persecución a fiscales que combatieron la corrupción.
Washington había expresado el 2 de julio su "profunda preocupación" ante los cuestionamientos sobre las elecciones en Guatemala que llevaron a suspender hasta ahora la oficialización de los resultados.
Denuncias de perdedores
El 1 de julio, la máxima instancia judicial del país, la Corte de Constitucionalidad (CC), ordenó al Tribunal Supremo Electoral (TSE) que los resultados fueran sometidos a una revisión a pedido de varios partidos perdedores, que denunciaron supuestas irregularidades.
El cotejo terminó cinco días después y los resultados confirmaron que el balotaje del 20 de agosto debía disputarse entre la ex primera dama Sandra Torres y el sociólogo Bernardo Arévalo, hijo del ex presidente reformista Juan José Arévalo (1945-1951).
Estas acciones legales hicieron que el TSE se demorara en proclamar a Torres y Arévalo como ganadores de la primera vuelta.