A un día del cierre de la campaña electoral para los comicios generales del 23 de julio en España, los candidatos a presidir el nuevo Gobierno se han lanzado a la caza del voto indeciso, especialmente los dos partidos que luchan por ser la tercera fuerza política: la coalición de extrema izquierda "Sumar" y la ultraderecha representada por la formación Vox.
Ambos partidos, liderados respectivamente por la vicepresidenta segunda del actual Ejecutivo, Yolanda Díaz, y Santiago Abascal, podrían ser claves para la formación del Gobierno que saldrá de las urnas el próximo domingo, siempre y cuando ni el conservador Partido Popular (PP), encabezado por Alberto Núñez Feijóo, ni el Partido Socialista del actual presidente, Pedro Sánchez, obtengan mayoría absoluta.
Mañana terminará la campaña electoral y también la posibilidad de votar por correo, gracias a que la
Junta Central Electoral (JCE) decidió ampliar un día más el plazo con el fin de "facilitar al máximo el derecho de sufragio de los ciudadanos que han optado por este procedimiento de votación".
Y es que todavía hay cerca de 170.000 documentaciones que no han sido recogidas, a falta de que la empresa estatal de servicios postales, Correos, facilite nuevos datos provisionales.
Los últimos reflejaban que más de 2,6 millones de españoles, de un censo total de residentes de 35,1 millones, votarán por correo, lo que supone un récord histórico y un incremento del 94,71 por ciento respecto a los comicios de 2019.
Los ecos del debate "a tres"
El hecho de que las elecciones fueran adelantadas por Sánchez a plena época estival en España, cuando las temperaturas pueden alcanzar en algunas zonas del país los 40 grados centígrados y con la mayoría de españoles de vacaciones, fue uno de los primeros puntos de discusión y polémica.
También se ha convertido ahora en una de las promesas electorales de Núñez Feijóo, quien este jueves se comprometió a reformar la ley electoral para que no se puedan celebrar elecciones en los meses de julio y agosto salvo en casos de "extraordinaria urgencia y necesidad".
El candidato conservador retomó sus actos de campaña hoy con su nombre en boca de todos, al haber sido el gran ausente en el último debate electoral celebrado ayer en la televisión pública española, en el que sí participaron Sánchez, Díaz y Abascal.
En la contienda televisada se vio la unión de la izquierda, representada por Sánchez y Díaz, frente a Abascal y el constante recuerdo de la ausencia de Feijóo, a quien acusaron de tener miedo de aparecer públicamente en el debate junto al líder de Vox.
Apoyo de la izquierda internacional a Sánchez
En la recta final hacia las elecciones, Sánchez recibió este jueves el apoyo de líderes mundiales, como el presidente de Brasil, Luiz Inácio Lula Da Silva, el canciller de Alemania, Olaf Scholz, y el primer ministro de Portugal, António Costa.
Todos ellos firmaron un manifiesto para que el líder socialista español sume "una mayoría de progreso" el próximo domingo.
El manifiesto lo suscriben también otros mandatarios progresistas como el presidente de Argentina,
Alberto Fernández; la primera ministra de Dinamarca,
Mette Frederiksen; la alcaldesa de París,
Anne Hidalgo, o el primer ministro de Malta,
Robert Abela.
También ex dirigentes como el ex primer ministro del Reino Unido, Gordon Brown, o la ex presidenta Michelle Bachelet, así como otras personalidades no relacionadas directamente con la política, como el escritor nicaragüense y premio Cervantes 2018, Sergio Ramírez, o el presidente de la Red de Desarrollo Sostenible, Jeffrey Sachs.
