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Una semana después, sigue la incertidumbre en España: Las posibilidades de que Sánchez o Núñez Feijóo formen gobierno

El recuento de los votos del extranjero cambió un poco el panorama en el Congreso español y sumó más dudas en torno a qué puede pasar, con el fantasma de un nuevo proceso electoral rondando constantemente.

31 de Julio de 2023 | 11:50 | Redactado por Ramón Jara A., Emol/Agencias
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AFP
Ha pasado una semana de las elecciones generales en España y el escenario político está más incierto que nunca. Los resultados del voto en el exterior, que le quitó un escaño al Partido Socialista (PSOE) en pos del Partido Popular (PP), cambió por completo la conformación del Congreso de los Diputados y disminuyó las posibilidades de Pedro Sánchez de mantenerse en el gobierno con una coalición de izquierda.

Tras el recuento de votos en el exterior, que terminó el sábado, el PP pasó de 136 a 137 diputados y los socialistas de 122 a 121, ambos lejos de los 176 escaños que les darían mayoría absoluta en el Congreso. Con los apoyos que pudiera recibir cada uno, el equilibrio de fuerzas entre los dos bloques ideológicos se igualó: 171 diputados para la izquierda y 171 para la derecha.

Esto significa que ahora Sánchez necesita a cualquier precio el apoyo de los siete diputados del partido Junts per Catalunya (JxCat) de Carles Puigdemont, el líder independentista refugiado en Bélgica desde el fracaso de la intentona independentista de 2017, para ser elegido por mayoría simple en una segunda votación de investidura. Ya no es suficiente su abstención.

Por otro lado, ante la necesidad de formar sí o sí pacto con Vox, el PP prácticamente ve imposible negociar con otras colectividades que rechazan la presencia de la ultraderecha. En esa línea, Núñez Feijóo le pidió al propio Sánchez y al PSOE que se abstengan en la votación y le permitan ser Gobierno, derecho que según él le pertenece al haber sido su colectividad la más votada en ambas cámaras.

Con todo, no hay todavía certezas respecto de cómo será el futuro español una vez que se forme el nuevo Congreso el próximo 17 de agosto, ante el temor inminente de que se celebre una nueva elección general.

El separatismo catalán: la llave

Con este escenario, los ojos están puestos en Junts per Catalunya, que con sus siete escaños podría inclinar la balanza. La colectividad liderada por Carles Puigdemont sabe que tiene la sartén por el mango y quiere aprovechar este momento para negociar e imponer condiciones que complicarían a cualquiera de los interesados.

Es casi seguro que JxCat no apoyará un gobierno del PP al estar aliado con Vox, cuyo líder Santiago Abascal es un opositor furibundo de las colectividades separatistas. De todos modos, la formación de Núñez Feijóo dijo que podría hablar con los separatistas catalanes "dentro de la Constitución", lo que generó el rechazo de sus aliados de ultraderecha.

En tanto, desde el PSOE afirmaron que el partido de Puigdemont "tendrá que decidir si une sus fuerzas a PP y Vox y abrir la puerta a un gobierno de la derecha con la ultraderecha o se une al resto de fuerzas políticas para evitarlo".

A este llamado se sumó el otro partido independentista catalán con representación en el Congreso: Esquerra Republicana de Catalunya (ERC), que también cuenta con 7 escaños en el Congreso y le propuso a JxCat superar diferencias y negociar unidos el apoyo a la investidura de Pedro Sánchez como presidente del gobierno español a cambio de avanzar hacia un referéndum de secesión.

"Hoy el PSOE no tiene ninguna otra mayoría alternativa. Tenemos una palanca de fuerza que hemos de saber aprovechar unidos, para avanzar, para construir" un camino "hacia la amnistía y la autodeterminación", explica en su carta ERC, que gobernó con Junts la región de Cataluña hasta octubre de 2022, cuando sus diferencias les llevaron a la ruptura de su coalición.

El partido de Puigdemont, por su parte, acusa a los republicanos de no haber conseguido nada con su postura conciliadora con el PSOE y Sánchez, pero estos responden que el indulto de nueve dirigentes independentistas catalanes en 2021 y la derogación del principal delito que los llevó a la cárcel, el de sedición, son el fruto de sus negociaciones con Madrid.

Mientras tanto, Sánchez confía en que podrá ser investido jefe de Gobierno: "Toca ahora traducir esa mayoría social en una mayoría parlamentaria en el Congreso de los Diputados y es lo que vamos a hacer en cuanto se constituyan las Cortes. Trabajar para lograr una investidura que nos permita seguir avanzando cuatro años más", dijo en un video.

Los intentos de Feijóo

Por su parte, y ante la imposibilidad de conseguir más apoyos en el Congreso, Núñez Feijóo ha centrado sus esfuerzos en lograr una abstención por parte del PSOE y le permita ser Gobierno, considerando que el PP fue el partido más votado en las últimas elecciones.

Así lo hizo ver el líder conservador en una carta enviada a Pedro Sánchez, en la que pidió reunirse "esta misma semana". Esta solicitud, recalcó, la hacía "una vez finalizado el recuento" de los votos "y como ganador de las elecciones del pasado" 23 de julio.

Pero la respuesta del Mandatario no gustó en la oposición. El líder del PSOE afirmó también en una carta que estará "encantado" de reunirse con Feijóo y con los representantes de los demás partidos, pero una vez se haya constituido el nuevo Parlamento, el 17 de agosto.

Y el escenario es incierto: si ninguno de los dos bloques logra una mayoría para formar gobierno, el país se verá obligado a repetir elecciones, probablemente a finales de año, como ya ocurrió en 2016 y 2019.

"España no se merece una situación ingobernable y tampoco podemos permitirnos un bloqueo en un momento tan relevante para nuestra economía y nuestras instituciones, en plena Presidencia española del Consejo de la Unión Europea", señaló Feijóo en su mensaje en Twitter.
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