Azerbaiyán y los separatistas armenios de Nagorno Karabaj están dispuestos a seguir las conversaciones iniciadas este jueves sobre la reintegración de este territorio secesionista en donde el ejército de Bakú se anotó una victoria tras una operación militar relámpago.
Azerbaiyán calificó de "constructivas" las primeras conversaciones y anunció que ambas partes volverán a reunirse "lo más pronto posible".
"Las partes hicieron hincapié en particular en
la necesidad de abordar todos los problemas existentes en un ambiente tranquilo y expresaron su disposición a continuar las reuniones", dijeron los separatistas en un comunicado.
Azerbaiyán forzó el miércoles a los separatistas a capitular tras una ofensiva militar relámpago de 24 horas y este jueves ambas partes sostuvieron una reunión en la ciudad azerbaiyana de Yevlax, a 295 km al oeste de la capital, Bakú.
Hikmet Hajiev, asesor del presidente de Azerbaiyán, aseguró el miércoles que el objetivo es "la reintegración pacífica de los armenios del Karabaj" y una "normalización" de las relaciones con Armenia tras dos conflictos en las últimas tres décadas.
"40.000 familias"
Mientras tanto, las calles de Stepanakert, la capital separatista de los armenios de Nagorno Karabaj, están "llenas de desplazados, hambrientos y asustados", denunció Gegham Stepanian, el defensor de los derechos humanos de las autoridades separatistas.
Durante una conversación telefónica con su homólogo de Azerbaiyán, Ilham Aliyev, el presidente ruso, Vladimir Putin, urgió a garantizar "los derechos y la seguridad" de los 120.000 armenios de Nagorno Karabaj.
Armenia indicó que
por el momento no está prevista ninguna evacuación masiva pero se dijo lista para recibir a "40.000 familias" de refugiados.
El primer ministro armenio, Nikol Pashinyan, acusó a Rusia de haber fracasado en sus "funciones de mantenimiento de la paz".
Rusia tiene soldados de paz en este enclave montañoso del Cáucaso, situado dentro de las fronteras internacionales de Azerbaiyán pero controlado en buena parte por separatistas armenios desde un primer conflicto librado a inicios de los años 1990.
Asimismo, Armenia tachó de "crimen contra la humanidad" la operación de Azerbaiyán y aseguró ante el Consejo de Derechos Humanos de la ONU que estaba "en curso" una "limpieza étnica".
Más de 10.000 personas ya han sido evacuadas del enclave, dijo el miércoles un responsable de los separatistas armenios.
Cese el fuego "globalmente" respetado
Al tiempo que arrancaban las negociaciones, un periodista de la AFP escuchó disparos de armas de fuego en Stepanakert.
Pese a "violaciones aisladas", el cese el fuego que entró en vigor el miércoles está siendo "globalmente" respetado, dijo Pashinyan.
"Estamos en casa esperando a los resultados de las conversaciones. Todos los habitantes de la ciudad están sentados en sus casas o jardines esperando", dijo a la AFP Arutyun Gasparian, un empresario y padre de dos hijos.
Nagorno Karabaj, considerada una región central en su historia por Armenia, proclamó su independencia de Azerbaiyán (con el apoyo del gobierno de Ereván) en el momento de la desintegración de la Unión Soviética en 1991.
Según los separatistas armenios, los enfrentamientos, iniciados el martes, dejaron al menos 200 muertos y 400 heridos. Arrinconados por las tropas de Bakú, los separatistas armenios aceptaron firmar un alto el fuego.
También murieron dos soldados rusos, decesos por los que Aliyev pidió perdón a Putin.
Una reunión de urgencia del Consejo de Seguridad de la ONU está prevista el jueves por la tarde.
Pashinyan bajo presión
Las autoridades azerbaiyanas lanzaron su operación tras la muerte de seis personas al estallar unas minas. Azerbaiyán culpó de ello a "saboteadores" armenios.
La capitulación de los separatistas tras la ofensiva relámpago incrementó la presión sobre el primer ministro armenio Pashinyan, criticado por no haber enviado ayuda a Nagorno Karabaj.
El camino de la paz "no es fácil", pero "hay que tomarlo", afirmó Pashinyan.
Miles de manifestantes protestaron el miércoles por la noche frente a la sede del gobierno donde, como en la noche anterior, estallaron incidentes con la policía. Pashinyan "tiene que irse, no puede dirigir el país", dijo uno de ellos, Sarguis Hayats, un músico de 20 años.
En cambio, el presidente azerbaiyano Aliyev, que ha usado el maná del petróleo para reforzar su ejército, consigue el control de esta región de mayoría armenia, objeto de dos guerras entre estos países caucásicos entre 1988 y 1994 (30.000 muertos) y en 2020 (6.500 muertos).