Tras el anuncio de la disolución de la república de Nagorno Karabaj, continúa el éxodo de la mayoría de su población hacia Armenia y se abre una nueva fase en la reorganización en el Cáucaso, allanándose el camino para que Azerbaiyán y Armenia firmen un tratado de paz.
Recordemos que Nagorno Karabaj, de mayoría armenia y cristiana, era un territorio separatista de Azerbaiyán, de mayoría musulmana. Pero el pasado 19 y 20 de septiembre los azeríes realizaron una operación militar relámpago, en que murieron cerca de 600 personas, obligando a capitular a los separatistas armenios.
Tras esto, las autoridades de Nagorno Karabaj decretaron el jueves su autodisolución, a partir del próximo 1 de enero, por lo que el territorio será reintegrado al sistema legal y administrativo de Azerbaiyán. El anuncio fue recibido con dolor en Armenia, donde un presentador de televisión se deshizo en lágrimas al dar la noticia, una imagen que se volvió viral en el país.
Según las últimas cifras que se conocen, desde el domingo pasado hasta ahora, Armenia ha recibido a unos 93.000 refugiados desde de Nagorno Karabaj, lo que equivale a casi el 80% de la población que tenía ese territorio, informó este viernes Nazeli Baghdasarián, portavoz del primer ministro armenio, Nikol Pashinián, en una rueda de prensa.
La mayoría de los migrantes tiene familiares o amigos donde instalarse temporalmente en Armenia, mientras que unos 20 mil han aceptado alojamientos ofrecidos por el Gobierno.
El éxodo de los habitantes de Nagorno Karabaj, que huyen de las tropas azerbaiyanas, continúa este viernes, un día después de anunciarse la disolución de su república separatista. Éstos se trasladan por el corredor de Lachín, la única carretera que conecta Nagorno Karabaj con el sur de Armenia, donde se registran grandes atochamientos que demoran en hasta diez horas el viaje.
El primer ministro armenio denunció este jueves una "limpieza étnica" por parte de Azerbaiyán, acusación que este último país rechazó rotundamente, señalando que la salida de los armenios de Nagorno Karabaj "es una decisión personal e individual y no tiene nada que ver con una reubicación forzosa".
En ese contexto, el Presidente azerí, Ilham Alíev, sostuvo hoy que garantizará los derechos de los habitantes que permanezcan en Nagorno Karabaj. No obstante, los karabajíes rechazan cualquier forma de convivencia con los azerbaiyanos luego de enfrentarse en dos guerras por el control de Nagorno Karabaj.
Azerbaiyán afirma que quiere "paz en el Cáucaso"
En este nuevo escenario, el líder de Azerbaiyán abogó hoy por firmar cuanto antes un tratado de paz con la vecina Armenia, ahora que su país ha restablecido su soberanía con el anuncio de disolución de Nagorno Karabaj.
"Creo que tras el 20 de septiembre, cuando Azerbaiyán restableció su soberanía, será más fácil encontrar una solución y firmar cuanto antes un tratado de paz", dijo Alíev durante el II Foro Nacional de Planificación Urbana en Zangilán.
Agregó que, al mismo tiempo, hay que trabajar en la delimitación de las fronteras "y poner fin a nuestro largo antagonismo". "En Azerbaiyán queremos la paz (...) queremos reconstruir el país, trasladar allí (al Karabaj) a nuestros antiguos refugiados y vivir pacíficamente. Queremos paz en el Cáucaso y lo lograremos. Armenia debe elegir", afirmó.
Destacó que en Azerbaiyán "no hay más zonas grises, ni estructuras ilegales, ni separatismo", lo que consideró una demostración de la fortaleza política y unidad de su pueblo. "Y la voluntad del Gobierno azerbaiyano de hacer las paces con Armenia es una buena señal para todos aquéllos que aún piensan en la revancha, que aún viven imbuidos por ideas revanchistas. Deben renunciar a ello", emplazó.
Los líderes de ambos países abordarán en España la firma de un tratado de paz en presencia de los líderes de Francia y Alemania, Emmanuel Macron y Olaf Scholz, respectivamente, así como el presidente del Consejo Europeo, Charles Michel.