Rafael Correa participó activamente en la última campaña
EFE
Horas después de confirmarse el triunfo de
Daniel Noboa en la segunda vuelta presidencial de Ecuador el domingo, el ex Mandatario
Rafael Correa reconoció la derrota de su candidata,
Luisa González, que encabezó el intento de su sector de volver al poder en el país sudamericano.
"Esta vez no lo logramos. Enfrentamos poderes enormes. Hasta se asesinó a un candidato para evitar nuestra victoria", aseguró Correa en su cuenta de X (ex Twitter), recordando el homicidio pocos días antes de la primera vuelta presidencial del candidato Fernando Villavicencio, adversario político del ex gobernante, con quien protagonizó diversos enfrentamientos públicos.
En su publicación, el ex Presidente izquierdista recordó
"la traición" del también ex Mandatario
Lenín Moreno, quien fuera su vicepresidente y que, tras llegar al poder, se transformó en su rival. Para Correa, este gesto
"sigue causando estragos".
"Pero que nadie dude de que, al final, Ecuador volverá a la senda del desarrollo e integración latinoamericana", aseguró, cerrando su publicación con un "¡Hasta la victoria siempre!".
En su mensaje, Rafael Correa -que se encuentra refugiado en Bélgica tras ser condenado a ocho años de cárcel por corrupción en Ecuador- compartió una imagen del ex presidente ecuatoriano Eloy Alfaro Delgado con una cita del mismo: "Nada soy, nada valgo, nada pretendo, nada quiero para mí, todo para vosotros, que sois el pueblo que se ha hecho digno de ser libres".
El empresario Daniel Noboa ganó el balotaje presidencial de Ecuador el domingo, tras imponerse con el 52% de los votos sobre Luisa González, que obtuvo el 48% y era la carta del correísmo.
"Mañana empezamos a trabajar por este nuevo Ecuador (...) para reconstruir un país que ha sido gravemente golpeado por la violencia, por la corrupción y por el odio", dijo el próximo gobernante desde su casa en Olón (suroeste), acompañado de su esposa embarazada y rodeado de un robusto esquema de seguridad.
Noboa asumirá el poder en diciembre y gobernará Ecuador por casi 17 meses, hasta terminar el periodo del presidente derechista Guillermo Lasso. El impopular mandatario saliente disolvió el Congreso y llamó a comicios anticipados para esquivar la destitución en un juicio político por corrupción.
