Yocheved Lifschitz (85), una de las mujeres liberadas por Hamás.
AP
El movimiento palestino
Hamás liberó a dos mujeres secuestradas en su ataque contra Israel el pasado 7 de octubre. Se trata de
dos adultas mayores israelíes, que llegaron el martes de madrugada a un centro médico en Tel Aviv, donde esperaban sus familiares.
Hamás dijo que tomó la decisión de liberarlas
"por razones humanitarias apremiantes", gracias a la mediación de Catar y Egipto.
La oficina del Primer Ministro israelí, Benjamín Netanyahu, identificó a las liberadas como
Yocheved Lifschitz, de 85 años, y
Nourit Kuper, de 79, originarias del kibutz Nir Oz, donde
fueron secuestradas junto a sus maridos, todavía retenidos.
Sharon Lifschitz, hija de la primera, aseguró a la BBC que
su madre se encuentra "muy lúcida" y dispuesta a compartir información con las familias de otros rehenes. "Parece que está bien", sostuvo.
"Está muy lúcida y muy dispuesta a compartir la información, pasar información a las familias de otros rehenes con los que ella ha estado", apuntó.
La mujer indicó que
su familia continúa sin tener noticias de su padre, "un hombre muy involucrado en los derechos de los palestinos que trabajaba por la paz con nuestros vecinos".
Nueva noche de bombardeos
En tanto,
Israel continúa sus bombardeos sobre la Franja de Gaza, donde durante la noche murieron al menos 140 personas, según el movimiento palestino.
"Más de 140 personas murieron y centenares resultaron heridas en masacres cometidas por ataques de la ocupación", dijo el gobierno de Hamás en este territorio.
El movimiento islamista asegura que más de 5.000 personas murieron por los bombardeos israelíes contra la Franja de Gaza, entre ellos más de 2.000 niños.
De su parte, las autoridades israelíes cifran en más de 1.400 las personas muertas en su territorio a manos de Hamás, la mayoría civiles baleados, mutilados o quemados en el primer día del ataque. Entre los muertos hay más de 300 militares.
El Ejército israelí intensifica desde el domingo sus bombardeos contra la Franja en vistas a una operación terrestre.
"Queremos desmantelar completamente Hamás: sus dirigentes, su brazo militar y sus mecanismos de funcionamiento", dijo el jefe del Estado Mayor israelí, Herzi Halevi, en un video publicado en X donde aparece rodeado de hombres armados.
El enclave palestino está bajo "asedio total" desde el 9 de octubre, sin suministros de agua, comida, electricidad y combustible.
Pero la ayuda humanitaria empezó a llegar a cuentagotas el sábado desde el paso de Rafah, en la frontera con Egipto.
El lunes entró un tercer convoy de 20 camiones, llevando a 50 el número total de vehículos desde el sábado, lejos de los 100 diarios que la ONU considera necesarios para atender a la población.