La quinta jornada de la cumbre del clima, centrada en el financiamiento, el comercio y la igualdad de género, quedó salpicada por una polémica en torno al presidente de la COP28, Sultán Al Yaber, que se vio obligado a reiterar su compromiso con "la ciencia" y alegar que el abandono de los combustibles fósiles es inevitable.
La presidencia emiratí de la COP28 convocó una rueda de prensa a última hora y, junto al jefe del IPCC -el grupo de expertos climáticos de la ONU-, aclaró las declaraciones de Al Yaber expuestas en el diario británico The Guardian en las que el presidente alegaba que la ciencia no decía que el fin de las energías fósiles fuera a ser "lo que nos hará" alcanzar el objetivo del grado y medio.
En el encuentro con periodistas, Al Yaber zanjó el asunto alegando que la salida progresiva de los combustibles fósiles era inevitable, mientras que Jim Skea, el presidente del IPCC, apoyó al emiratí y aseveró que la comunidad científica dice que una reducción sustancial de estas fuentes de energía será necesaria para no superar el grado y medio de aumento de temperatura respecto a los niveles preindustriales.
En la primera conferencia de prensa que el bloque negociador de la Unión Europea ofrecía a los medios, el jefe de la delegación de la Comisión Europea, Jacob Werksman, y la directora de la Oficina Española de Cambio Climático, Valvanera Ulargui, también aprovecharon para remarcar este punto: "No podremos asegurar nuestros objetivos climáticos si no nos deshacemos de los combustibles fósiles".
Un "buen comienzo" de la COP
La UE también celebró que la 28ª cumbre del clima de la ONU empezara el jueves con tan "buen comienzo", que ha enseñado que "el multilateralismo es capaz de responder cuando se necesita y en tiempo récord".
El día, dedicado a la financiación, el comercio y la igualdad de género, acogió a lo largo de la jornada numerosos eventos centrados en estos temas, y fue inaugurado por un encuentro con la primera ministra de Barbados, Mia Mottley, y el economista Nicholas Stern (autor del conocido como “Informe Stern”, publicado en 2006).
Mottley -cuya lucha a favor de las naciones más perjudicadas por el cambio climático la ha convertido en un referente mundial- reclamó ampliar la capacidad fiscal global para mejorar la financiación climática, a partir de impuestos a los servicios financieros, al transporte marítimo de mercancías y a los beneficios de la industria de los combustibles fósiles.
También la vicepresidenta tercera del Gobierno de España y ministra para la Transición Ecológica, Teresa Ribera, defendió en otro encuentro el papel de las políticas públicas -en forma de regulaciones o de impuestos- para reorientar todo el flujo financiero hacia el cumplimiento del objetivo del Acuerdo de París.
Ribera incidió en que las políticas institucionales deberán acompañar en esa reorientación para lograr que "la gente no sienta que la transición climática se hace sobre sus hombros".
"Hay que asegurarse de que capturamos, promovemos e incentivamos las decisiones correctas provenientes de las empresas privadas e inversores privados, así como del sistema financiero", añadió, y recalcó asimismo que hay que considerar la financiación climática "una inversión", y no un gasto.
Transición sensible a la igualdad de género
Un grupo de sesenta países acordó además este lunes en la COP28 apoyar el empoderamiento económico de las mujeres y asociarse para asegurar una transición energética sensible a los temas de género.
Ministros y altos funcionarios participaron en un diálogo de alto nivel para abordar la situación de la mujer en el contexto de la implementación del Acuerdo de París.
Esta asociación incluye un paquete de compromisos para que los países firmantes pongan en marcha durante los próximos tres años, antes de la COP31, donde se revisará el pacto.