Sexto día de audiencias y surgen nuevas revelaciones en el juicio de apelación del chileno
Nicolás Zepeda en Francia, acusado de asesinar a su ex novia, la japonesa
Narumi Kurosaki. Esta vez fue el turno de dos jóvenes de la misma nacionalidad de la víctima, quienes aseguraron que el imputado les pidió
traducir algunos mensajes al japonés, los que después habría enviado a la familia de su ex pareja tras su desaparición en 2016.
Desde Japón y a través de videoconferencia, Rina Sakamaki fue la primera en comparecer ante el juzgado de la ciudad de Vesoul. La testigo, que dijo conocer a Zepeda en Japón en 2014 a través de un amigo, afirmó que recibió un mensaje del chileno el 11 de diciembre de 2016, justo una semana después de la última vez que Kurosaki fue vista con vida en la ciudad francesa de Besanzón. De acuerdo con su relato, el imputado "me explicó que continuaba aprendiendo japonés en Chile y me preguntó si podía hacerme consultas sobre el idioma", según reporta el medio L'Est Républicain.
En esa línea, de acuerdo con Zakamaki,
el chileno le pidió traducir algunas frases "en un estilo más familiar, más amigable, menos rígido que el japonés que aprendió en Chile", y además contestando en estilo femenino.
Así, una de las peticiones fue
una frase "para decir 'tengo nuevo novio', siempre en estilo femenino". De acuerdo con la investigación, esa frase llegó al teléfono de la madre de Narumi Kurosaki días después de su desaparición. La parte querellante acusa a Zepeda de enviar ese mensaje para dar la impresión de que la víctima estaba de viaje con su actual pareja.
Cuatro días después, según el relato de Zakamaki, recibió un nuevo mensaje de Nicolás Zepeda: "Estaba tenso, apurado y preocupado. Me pidió que borrara el historial de nuestros intercambios", afirmó, agregando que "él explicó su petición porque escuchó rumores en su contra por parte de los amigos de Narumi. Me dijo que quería evitar problemas con estos rumores".
La testigo afirmó no conocer a Narumi Kurosaki, al mismo tiempo que los mensajes que tradujo para Zepeda en ningún momento se referían directamente a la joven japonesa. "Su petición me pareció absurda. Pero como parecía realmente avergonzado, obedecí y borré esos mensajes. Pero eso no le pareció suficiente. Me pidió que le enviara una captura de pantalla como prueba. Luego que elimine también esta foto de captura de pantalla. Lo encontré muy meticuloso. Y me entristeció que no aceptara mi palabra. Pero lo hice", reveló.
Rina Sakamaki aseguró que recién a fines de diciembre de 2016 se enteró de la desaparición de Narumi, cuando ya estaba en todos los noticiarios japoneses. Incluso, indicó que Zepeda volvió a escribirle el 2 de enero de 2017.
"Eso me asustó. Definitivamente corté el vínculo", indicó.
Pero el relato aumentó su tenor luego de que la testigo confesara que, tras saber de la desaparición de Kurosaki, se contactó con un amigo de ella, a quien contó su historia con Zepeda. Fue ahí que descubrieron que las frases traducidas al japonés por ella son las mismas que recibió la familia de Narumi. "Esta coincidencia nos sacudió enormemente. Decidimos ir a hablar con la policía", afirmó, y agregó: "Fue un copiar y pegar real de mis frases. Me asusté mucho cuando noté esta similitud".
"Llegué a la conclusión de que el mensaje enviado por la cuenta de Narumi a su familia fue enviado por Nicolás", afirmó Sakamaki, quien al ser consultada por el fiscal Etienne Manteaux sobre por qué aceptó borrar su diálogo con Zepeda, afirmó que "sentí que Nicolás estaba atormentado, no entendía ni creía realmente en sus estrafalarias explicaciones. Le bastó con borrar estos mensajes para recuperar la tranquilidad".
Respuesta de Zepeda y una segunda revelación
Tras esto fue el turno de Nicolás Zepeda, quien justo hoy cumplió 33 años. "Me molesta un poco ver a mis amigos testificar en mi contra", indicó tras ser llamado a declarar por su abogado, Renaud Portejoie. "Tomo notas, trato de entender… Pero me resulta un poco incomprensible saber de dónde vienen todas estas interpretaciones", sostuvo.
En su comparecencia, el chileno admitió conocer a Rina Sakamaki. Según su relato, ella estaba estudiando español, por lo que hacían "intercambios" de textos "para corregir la sintaxis". De todos modos, aseguró que se trataba de "párrafos enteros" y no de mensajes tan cortos, como dijo la testigo.
"No necesito traducir frases que podría haber obtenido con un traductor de Google. Son frases tan sencillas que no me supone ninguna dificultad. ¿Por qué debería preguntar eso?", aseveró.
Pero luego vino un nuevo testimonio. Se trata de Megumi Sugisaki, ex amiga del imputado que también reveló que Zepeda la contactó para traducir mensajes al japonés y luego borrar todo rastro de su conversación.
Sugosaki tuvo una relación de amistad con el imputado, a quien conoció en Japón mientras estudiaba español. El vínculo creció a tal punto que Zepeda la hospedó en Chile durante un mes. Sin embargo, afirmó que esa amistad se fue quebrando a raíz de la personalidad de él. "Era una persona orgullosa. Odiaba que se burlaran de él, incluso mientras se divertía. El más mínimo comentario, por mínimo que fuera, le resultaba insoportable. Tampoco le gustaba exponer sus debilidades. Entonces, debido a que su nivel de japonés era bajo, nunca lo escuché hablar japonés con otras personas frente a mí", reveló.
Consultada, la nueva testigo afirmó que Zepeda le pidió traducir al japonés dos frases concretas, que de acuerdo con la investigación serían "Voy a tomar un tren para irme de viaje, no puedo usar el wifi" y "Tuve una discusión con mi novio". "Le pregunté varias veces por qué quería que le tradujera estas frases, nunca me respondió", enfatizó.
Posteriormente, el 15 de diciembre, "Nicolás
me pidió que borrara nuestros intercambios de mensajes sobre estas traducciones, diciéndome que no quería que le preguntara por qué". Afirmó que los borró para no tener más problemas.
La sesión también estuvo marcada por la reacción de la madre de Narumi, Taeko Kurosaki, quien sufrió una descompensación y debió abandonar la sala. El juicio continuará este martes y se prevé la comparecencia de Arthur del Piccolo, el novio francés de la víctima.