"Es una caricatura de dominación masculina", espetó este martes el fiscal Étienne Manteaux al chileno Nicolás Zepeda, juzgado en Francia por el asesinato de su ex novia japonesa Narumi Kurosaki, desaparecida desde 2016.
"Mis relaciones amorosas son relaciones normales", había asegurado sin embargo el acusado, al inicio del intenso interrogatorio de Manteaux, ante una abarrotada sala del palacio de justicia de Vesoul (este de Francia).
De pie, con toga negra, el representante del Ministerio Público
acribilló de preguntas durante dos horas a Zepeda, quien también en pie desde el banquillo de los acusados intentaba seguir el ritmo impuesto por Manteaux.
De los presuntos "celos" cuando vivía con Kurosaki en Japón, donde la conoció en 2014, a los mensajes pidiéndole suprimir amigos masculinos en redes sociales cuando ella ya vivía en Francia, el fiscal cargó contra "una caricatura de dominación masculina".
La acusación subrayó sobre todo un mensaje en el que Zepeda parece fijarle cinco condiciones para salvar su relación: "Nunca causarás problemas, nunca te enfadarás, nunca serás mala, nunca tendrás una mala palabra, nunca negociarás nada".
"Esta conversación viene de una discusión, cuando hablamos de (...) cómo reparar algo (la relación) que no está funcionando", había explicado horas antes a Sylvie Galley, abogada de la familia de Kurosaki.
"Lo único que veo es el honor del macho herido al que le han dicho claramente que la relación se ha acabado y que no lo soporta", sentenció el fiscal, ante una defensa que llamó al orden en varias ocasiones.
Los mordaces comentarios del representante del Ministerio Público provocaron la hilaridad en ocasiones del público asistente en la sala. "Por favor, no estamos en un teatro", les advirtió enfadado.
"Yo no la maté"
Nicolás Zepeda, de 33 años, enfrenta la cadena perpetua en este juicio de apelación. En primera instancia, la condena, que recurrió, le imponía 28 años de prisión por el asesinato premeditado de Kurosaki, algo que niega.
Según la acusación, el chileno cruzó el Atlántico para ver a la joven dos meses después de su ruptura y la habría matado en la madrugada del 5 de diciembre de 2016 asfixiándola o estrangulándola antes de deshacerse del cuerpo.
"Usted tenía dos opciones: 'O ella viene conmigo a Chile, lo que será una victoria, o no viene y nadie la volverá a ver'", estimó
Randall Schwerdorffer, abogado de Arthur del Piccolo, novio de Kurosaki en el momento de su desaparición.
Los abogados querellantes intentaron demostrar durante su interrogatorio una relación de dominación que habría conducido a un asesinato, máxime cuando la víspera el acusado evocó una relación basada en el "respeto".
Galley subrayó que, en un mensaje, la joven recrimina a Zepeda que la dejara embarazada y no lo asumiera. "Tú has hecho daño a mi cuerpo, tú me has tomado mucho dinero, tú me has tomado mi futuro hijo", continuó leyendo la abogada.
"Nunca ha estado embarazada", afirmó el acusado, para quien Kurosaki, a quien habría acompañado al médico en Japón porque estaba preocupada por un atraso en su ciclo menstrual, le envió ese mensaje en un contexto de fuerte discusión.
Sobre su relación, el acusado aseguró que
ambos eran "celosos", "como todo el mundo", pero que la "apoyó" cuando decidió marcharse a Francia a estudiar un año y que ella lloró de alegría cuando lo vio aparecer en Besanzón.
"¡Yo no la maté, yo no la maté!", reiteró entre lágrimas durante el interrogatorio de la defensa, expresando su "indignación" por que la investigación solo se centrara en él y no explorara otras pistas.
El veredicto se espera para este jueves. El presidente del tribunal, François Arnaud, anunció que el jurado popular deberá responder si se puede considerar que la pareja vivió en concubinato, en caso de que no retengan un primer agravante: premeditación.