Retrato del tribunal que muestra a Nicolás Zepeda con su cara tapada.
AFP
El tribunal de apelación de Vesoul (Francia) declaró
culpable al chileno Nicolás Zepeda del asesinato premeditado de la joven japonesa
Narumi Kurosaki -desaparecida desde 2016 en la ciudad de Besanzón- y lo condenó a 28 años de prisión, repitiendo así la sentencia dictada en primera instancia el año pasado.
"Usted es reconocido culpable de asesinato premeditado" y condenado a 28 años de prisión, anunció el presidente del tribunal, François Arnaud, tras unas cinco horas de deliberación y después de un juicio de apelación que se extendió durante 13 jornadas.
El acusado, vestido con camisa blanca a cuadros y jersey negro, recibió la condena impasible de pie en el banquillo de los acusados, antes de romper a llorar.
Su padre Humberto Zepeda, a quien una traductora le comunicó la decisión al llegar con retraso a la audiencia junto a su esposa Ana Luz Contreras, intentó consolarlo acariciándole la cabeza.
A lo largo del juicio, negó los hechos: "¡No soy un asesino! ¡No maté a Narumi!", reiteró este jueves.
Pero la corte de apelación mantuvo a la misma pena impuesta en 2022 en primera instancia. El tribunal impuso además como pena complementaria la prohibición de estancia en Francia de Zepeda, una vez cumpla su pena. Y si bien la corte desestimó la cadena perpetua solicitada por la fiscalía, se considera que los 28 años de prisión es una condena altísima.
Además, el chileno deberá pagar una indemnización de 220.000 euros a la familia de Kurosaki (60.000 euros por cada uno de los padres y 50.000 por cada hermana), y 5.000 euros a Arthur Del Piccolo, el joven que era novio de Narumi en el momento de los hechos.
Recurso de casación
Al término de casi tres semanas de juicio, la acusación consiguió imponer su relato: Nicolás Zepeda habría cruzado el Atlántico a finales de 2016 dos meses después de romper con la joven de 21 años, sin avisarla, con el objetivo de reconquistarla o, en caso contrario, matarla.
Según el relato, tras espiarla durante varios días en la residencia universitaria de Besanzón (este), el 4 de diciembre de 2016 coincidió con ella y fueron a cenar juntos. A continuación, la habría matado en la madrugada del día 5 en su habitación.
"La asfixió o la estranguló", dijo el fiscal Étienne Manteaux, para quien los "gritos de mujer" que se escucharon de madrugada son la "prueba central" de que murió. Un día después, se habría desecho del cuerpo en una zona boscosa cercana o en el río Doubs.
La defensa intentó en sus alegatos finales en vano sembrar la "duda" sobre la muerte, apuntando a un homicidio accidental. ¿Y si Narumi murió por un golpe en la cabeza contra un radiador durante una pelea?, planteó el letrado Renaud Portejoie.
Para Manteaux, Zepeda, un "macho herido", no habría aceptado que su exnovia se marchara a estudiar a Francia, escapando de su "control", rompiera con él e iniciara una nueva relación con Arthur del Piccolo. "Es un feminicidio", sentenció el jueves.
Según la acusación,
se apoderó además del celular de su exnovia y se hizo pasar por ella para enviar mensajes a sus allegados una vez muerta, retrasando el inicio de la búsqueda hasta su regreso a Chile el 13 de diciembre, de donde fue extraditado en 2020.
La defensa anunció a AFP que recurrirá la condena ante la Corte de Casación francesa, que examinará simplemente si el proceso se desarrollará correctamente. Si estima que no fue así, podría ordenar un nuevo juicio.