Las tormentas provocaron inundaciones y la caída masiva de árboles y ramas.
EFE
Al menos once personas, incluidas dos menores, perdieron la vida ahogados o por la caída de árboles a raíz de las fuertes tormentas que golpean esta semana el este de Australia, informaron este jueves las autoridades.
Un menor de edad escolar falleció hoy al caerle una "rama grande" de un árbol cuando se encontraba con su familia en la ciudad de Gowangardie, en el suroriental estado Victoria, señaló la Policía de esta jurisdicción.
También en Victoria las autoridades informaron de otros tres decesos entre el martes y el miércoles.
Mientras en el vecino Queensland, en el noreste del país, las víctimas mortales ascienden a siete, incluida una niña de nueve años que fue arrastrada por una crecida.
Las lluvias torrenciales, así como los vientos de hasta cien kilómetros por hora, que provocaron crecidas y en algunos casos granizadas dejaron el día de Navidad a más de 124.000 personas sin electricidad en el sur de Queensland, de las cuales unas 45.000 siguen hoy a la espera de que se les restablezca este servicio.
Por su parte, la Oficina de Meteorología pronostica que intensas tormentas azoten el sureste de Queensland durante el fin de semana.
Asimismo, las tormentas que afectaron entre el domingo y el martes a Nueva Gales del Sur inundaron diversas calles de Sídney, así como el aeropuerto de esta ciudad, mientras que decenas de casas fueron dañadas por el granizo en barrios de esta jurisdicción.
Australia ha afrontado una temporada de fuertes lluvias en su costa este a pesar de que se enfrenta en este verano austral a un clima más seco del habitual debido a El Niño, un fenómeno natural provocado por las corrientes en el océano Pacífico que, agravado por el calentamiento global, podría ocasionar devastadores desastres.