El secretario de Estado, Antony Blinken, en busca de una negociación.
EFE
El Presidente de Estados Unidos, Joe Biden, a través de sus colaboradores,
le ha advertido a Israel que no escale el conflicto con el Líbano, de no ser así, tendrían pocas probabilidades de éxito debido a que tendría que dividir sus tropas entre el combate en la Franja de Gaza y la disputa frente a Hezbollah.
El vocero de la
Agencia de Inteligencia de Defensa norteamericana (DIA) se negó a hacer comentarios sobre estos trascendidos, pero dos personas al tanto de esas conclusiones confirmaron la información, así como una docena de funcionarios y diplomáticos que prefieren mantener su anonimato debido a la sensibilidad del tema.
El líder de la agrupación,
Hasan Nasrallah, prometió en un discurso realizado el viernes, que la agresión israelí no quedaría sin respuesta, pero dio a entender que
estaría abierto a negociar con Israel sobre la demarcación de la frontera, evitando el enfrentamiento entre ambas milicias.
Este lunes, Anthony Blinken, secretario del Estado norteamericano, discutirá los pasos específicos "que eviten una escalada", dijo su vocero, Matt Miller.
"No le conviene a nadie que este conflicto se derrame fuera de Gaza: ni a Israel, ni a la región, ni al mundo", dijo Miller. Sin embargo, estas opiniones no son compartidas por el gobierno israelí.
Un ataque israelí mató a un dirigente militar de Hezzbolah quien "desempeñaba un rol de primer plano en la dirección de las operaciones militares en el sur", donde los intercambios de disparos entre el movimiento libanés proiraní y el ejército israelí son casi diarios, añadió la fuente, que pidió el anonimato. Murió en el pueblo de Kherbet Selm, a una decena de kilómetros de la frontera con Israel, cuando circulaba en su vehículo, de acuerdo a la misma fuente.
Según funcionarios estadounidense, el secretario de Estado quiere evitar a toda costa que Líbano sea arrastrado a la guerra, convencer a Israel de que entre en una nueva fase militar menos mortífera y entablar un diálogo "difícil" sobre la postguerra.
La ofensiva que Israel lanzó en Gaza en represalia por el ataque del grupo islamista palestino dejó por ahora
23.084 muertos, en su gran mayoría niños y mujeres, según datos del lunes del ministerio de Salud de Hamás, que gobierna ese pequeño territorio palestino. Los bombardeos han dejado además varios barrios de Gaza en ruinas, provocando el desplazamiento de
85% de la población y causado una crisis humanitaria de niveles catastróficos, según la
ONU.
En una parada en Catar el domingo, Blinken advirtió que el conflicto "podría hacer metástasis fácilmente", pero añadió que su país está trabajando para "evitar" que la guerra se "extienda" por la región.