La jefa de redacción del noticiero, Alina Manrique, relató a The Associated Press cómo fue el ataque sin precedentes del martes al canal TC Televisión de Ecuador de un grupo de hombres encapuchados con armas largas, cortas y explosivos que irrumpió en plena retransmisión en vivo, en una jornada precedida por una secuencia actos violentos en el país y por la presunta fuga de la cárcel de dos líderes criminales, pese a estar en estado de excepción.
En la emisión, que me mantuvo por al menos 15 minutos, se veía al grupo de atacantes apuntar a los empleados y mantener a algunos en el piso, mientras se oían gritos y, tras una serie de disparos, gemidos de dolor en medio de la confusión.
"No disparen" se escuchaba en la televisión, desde el plató del canal en Guayaquil, la ciudad más peligrosa de Ecuador. El país está sumido en la violencia desde hace tres años y cerró el año 2023 con un récord de homicidios que llegó a la cifra de 7.600 y que las autoridades atribuyen a bandas criminales relacionadas con el narcotráfico.
Cortada por el llanto, Manrique señaló que "todo se vino abajo, hemos vivido el terror en vivo" y añadió que no sabía cuántos eran, "tal vez más de 20, llegaron fuertemente armados y decían que tenían bombas, que nos iban a matar".
Según su relato, "a Policía ingresó a tratar de tomar el control" mientras estaban en el estudio central.
"Los delincuentes —seis estaban allí en el set— les dijeron que se vayan o nos mataban. Yo solo lloraba del pánico. Al final, los delincuentes al verse acorralados entregaron las armas. Yo abracé al policía. Me dio la mano y me levanté del piso. Los otros delincuentes se fueron a ocultar a otras partes del canal. No se sabe a esta hora cuántos delincuentes quedan allí", explicó la jefa del noticiero.
Además, contó que "los delincuentes nos amenazaban como si fuera un show: las dinamitas y granadas… Enseñaban explosivos, así como sus armas largas. Nunca en mi vida había tenido tanto miedo".
No hay confirmación oficial sobre heridos en el ataque, pero el comandante de la policía, César Zapata, informó más tarde que había 13 detenidos y que no había rehenes.
Todos los "secuestradores que entraron al canal fueron detenidos, están neutralizados y estamos levantando las evidencias, el armamento y los explosivos con los que entraron", aseguró el mando policial quien explicó que, antes de someter a los encapuchados, se "procedió a la negociación hasta lograr que los delincuentes se rindan".
"Este acto es considerado como un acto de terrorismo", expresó Zapata y requirió a los jueces y la fiscalía actuar con contundencia.
El presidente de Ecuador, Daniel Noboa, emitió en reacción un decreto para declarar que el país se encuentra en “conflicto armado interno”, en el que señaló que se movilizarán a las fuerzas armadas en el territorio nacional para luchar contra “el crimen organizado trasnacional, organizaciones terroristas y actores no estatales beligerantes”.
En el documento señaló a varias de las bandas que operan en el país, como Los Lobos, los Choneros, los Tiguerones o los Águilas.
Noboa había decretado un día antes, el lunes, el estado de excepción
con toque de queda nocturno tras la presunta fuga de la cárcel de un cabecilla de una de las bandas más peligrosas que operan en el país.
Boris Jiménez, director de cámaras de TC Televisión, afirmó a la AP que "ha sido un día de pánico, de terror" y que "nadie sabía lo que pasaba". Relató que, en el momento del suceso, "todo fue confusión y caos”.
"Aún no asimilamos que fuimos rehenes, en nuestro propio trabajo, con una emisión de El Noticiero en vivo, de los delincuentes más contumaces, en uno de los sectores más importantes y emblemáticos de Guayaquil", declaró Jiménez, que solo quiere "ir a casa a abrazar a mi mujer y mis hijos. Estamos vivos hoy de milagro”.
Asimismo, el reportero y coordinador de noticias de GamaTV, otro canal de televisión ecuatoriano, José Luis Andrade confirmó que fue alertado de la presencia de un artefacto explosivo "en la entrada" en las instalaciones de Guayaquil, por lo cual "nadie puede entrar y nadie puede salir".
Agregó que se ha solicitado resguardo policial para las instalaciones en Quito.
El ataque en el canal de televisión ocurrió en medio de una nueva secuencia de violencia en Ecuador, que registró al menos 30 actos violentos en nueve provincias del país, con motines carcelarios, secuestros de policías y explosiones de vehículos.