El secretario general de las Naciones Unidas, António Guterres, calificó hoy de "inaceptable" la negativa del Gobierno de Israel a admitir la creación de un Estado palestino, después de que este jueves el primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, expresase su oposición a esa idea.
"La negativa a aceptar la solución de dos Estados para los israelís y los palestinos y la negación del derecho a un Estado para el pueblo palestino es inaceptable", afirmó Guterres en la ceremonia de clausura de la XIX Cumbre de Jefes de Estado y de Gobierno del Movimiento de Países No Alineados (MNOAL) en Kampala.
"Esto
prolongaría indefinidamente un conflicto que se ha convertido en una importante amenaza para la paz y la seguridad globales, exacerbaría la polarización y envalentonaría a los extremistas en todas partes", subrayó en el Centro de Convenciones de Speke, que acoge la reunión en el sur de la capital de Uganda.
Así, el secretario general de la ONU insistió en su llamamiento para un alto al fuego inmediato, así como la "liberación inmediata e incondicional de todos los rehenes" del grupo islámico Hamás.
"Debemos hacer todo lo posible para evitar que este conflicto se extienda a toda la región: en Cisjordania, a través de la Línea Azul entre Israel y el Líbano, y en Siria, Irak y el mar Rojo", advirtió el jefe de la ONU, después de lamentar las muertes de los civiles.
En su discurso ante los líderes del MNOAL, Guterres lamentó también la "erosión" de la democracia en el mundo, lo que ha dejado la puerta abierta al "populismo y el extremismo", al tiempo que la pobreza y las desigualdades sociales aumentan y se violan con "impunidad" los derechos humanos.
Guterres hizo estos comentarios dos días después de que el primer ministro de Israel expresase a Estados Unidos su oposición a la creación de un Estado palestino tras la guerra de Gaza, una iniciativa que la Casa Blanca ha puesto sobre la mesa para resolver las tensiones de la región.
Netanyahu también se negó a un cese al fuego en Gaza, alegando que aceptar esa medida antes de "lograr nuestros objetivos" pondría poner en peligro la seguridad de Israel "durante generaciones".
La guerra entre Israel y Hamás estalló el 7 de octubre tras un ataque del grupo islamista que se saldó con 1.200 muertos en territorio israelí y la toma como rehenes de al menos 240 personas.
Desde entonces, la ofensiva militar israelí sobre Gaza ha causado más de 24.600 muertes confirmadas entre los palestinos, incluidos miles de niños.
Se calcula que unas 8.000 personas están sepultadas y muertas bajo escombros de edificios destruidos, en un paisaje de devastación sin precedentes que, según expertos, no se veía prácticamente desde la II Guerra Mundial (1939-1945).
Entre las filas del Ejército israelí también murieron 194 soldados desde el inicio de su invasión terrestre el 27 de octubre, mientras que la crisis humanitaria en Gaza se va agravando por la escasez de comida, agua potable, suministros básicos o combustible.
La guerra en Gaza ha marcado la cumbre de jefes de Estado y Gobierno del MNOAL, que empezó este viernes y donde ha habido numerosos llamamientos a la unidad para que el grupo exija el fin de las hostilidades.
El MNOAL, una de las organizaciones de Estados más numerosas del planeta, está compuesto por 53 países de África, 39 de Asia, 26 de Latinoamérica y el Caribe y dos de Europa.