Ya son dos semanas en las que Estados Unidos se encuentra enfrentando las consecuencias de una ola polar, con temperaturas límites bajo cero, múltiples tormentas de nieve y lluvia, acompañadas de gélidos vientos.
Son miles los norteamericanos que se han visto afectados por las condiciones climáticas. Las que han desencadenado la cancelación de clases en diversos estados, más de ocho mil vuelos, miles de hogares sin luz, y con fallas en los servicios de agua y gas, además de incontables accidentes de tránsito.
Lamentablemente, el clima hostil ya cobró la vida de 83 personas, en consecuencia de accidentes en carreteras congeladas, problemas de calefacción e hipotermia.
Son 13 los estados afectados por la primera ola invernal del 2024, pero sin duda, el estado de Tennessee es el más complicado.
De hecho, la crítica situación llevó a que se declarara el pasado miércoles estado de emergencia. Esto luego de registrar el mayor número de víctimas acumulado -25 personas- desde que el sistema invernal llegó a la región el 14 de enero, según informó el Departamento de Salud.
Los residentes de Tennessee tuvieron que lidiar con casi 23 centímetros de nieve, amenazando la seguridad de las personas y las diversas rutas.
Por su parte, hasta el momento, el estado de Oregón ha reportado un total de 16 víctimas. Las escuelas se vieron obligadas a cerrar, también se decretó estado de emergencia y más de 45 mil personas quedaron sin luz por un gran apagón.
Illinois, Pensilvania, Mississippi, Kentucky y Wisconsin, son otros estados que también registraron muertes, sin embargo los casos continúan en investigación para confirmar su relación a la ola polar que azota al país.
California, Nuevo México e Indiana, presentaron consecuencias por las malas condiciones climáticas, pero afortunadamente no tuvieron pérdidas humanas.
Se espera que los fuertes vientos, las bajas temperaturas y la abundante nieve continúen por unos días más.
Emergencia climática en otros países
Estados Unidos no es el único país que atraviesa una emergencia climática. Países como Alemania, Francia y Noruega, se han visto obligados a tomar medidas por las bajas temperaturas.
En el caso de Alemania, la lluvia paralizó el centro y el sur del país, lo que derivó en la cancelación de miles de vuelos y viajes en tren, además de limitar la velocidad de los trenes, generando múltiples retrasos. Sumándose a lo anterior, la alta cantidad de escuelas regionales perjudicadas, que debieron cancelar sus clases.
Por su parte, el norte y este de Francia fue alertado por el congelamiento de las calles, lo que generó problemas en la circulación. Además se produjo la inusual acumulación de nieve en los techos de los edificios.
Algunos meteorólogos aseguran que esta alta presencia de nieve en las llanuras del norte del país no se vivía desde diciembre de 2010.
En cuanto a Noruega, los vuelos retrasados se volvieron el panorama más común, debido a condiciones climáticas adversas. El país nórdico atraviesa fuertes vientos y altas precipitaciones de nieve, lo cual afecta la visibilidad y obliga a detener vuelos entrantes y salientes.
"Esto es extremadamente raro... hay tanta nieve que los pilotos no pueden ver las luces en tierra, por lo que hemos detenido todos los vuelos entrantes y salientes", sentenció un portavoz del aeropuerto Avinor.
Ante este desfavorable contexto, el gobierno noruego implementó medidas de emergencia para garantizar la seguridad de la población, poniendo en alerta máxima a los equipos de rescate y las autoridades locales, que coordinan esfuerzos para mantener las carreteras y vías ferroviarias despejadas y seguras.