El gobierno español de Pedro Sánchez, reelegido hace menos de tres meses, se encuentra a merced del imprevisible partido del independentista catalán Carles Puigdemont, como lo demostró el revés que sufrió esta semana al fracasar la aprobación de una ley clave.
Una situación que augura una legislatura muy complicada y que podría conducir al ejecutivo de Sánchez, en el poder desde 2018, a quedar bloqueado y sin margen para gobernar.
Con un Parlamento muy fragmentado producto de las elecciones legislativas del 23 de julio, al gobierno de los socialistas de Sánchez y la extrema izquierda le son indispensables los votos de los siete diputados de
Juntos por Cataluña (Junts per Catalunya) de Puigdemont para aprobar leyes.
El martes, Junts votó en contra de un proyecto de ley para amnistiar a cientos de activistas y dirigentes independentistas por su implicación en el intento de secesión de Cataluña en 2017.
Paradójicamente, esa medida, que causa gran división en el país, había sido exigida por Junts a cambio de su apoyo para reelegir a Sánchez en noviembre.
Pero Junts quiere ahora que se modifique el texto para evitar que dos causas judiciales, una por terrorismo y otra por alta traición, impidan que la amnistía beneficie a Puigdemont, instalado en Bélgica desde hace más de seis años para eludir a la justicia española.
Cuáles son los siguientes pasos
Tras el fracaso en primera lectura, el proyecto de ley de amnistía regresó a una comisión del Congreso, donde Junts espera hacer ceder al gobierno ante sus demandas.
El partido de Puigdemont tiene dos semanas para modificar el texto antes de un nuevo voto de los diputados.
De momento, el Gobierno, irritado por la "incomprensible" decisión de Junts de votar en contra de un texto negociado arduamente durante semanas, no tiene intención de ceder, alegando que amnistiar los serios delitos de terrorismo y traición podría provocar que la ley sea tumbada por el Tribunal Constitucional.
Sánchez afirmó el jueves que el proyecto tal y como está "es lo suficientemente riguroso y sólido para lograr el objetivo que nos habíamos marcado".
¿Puede caer el gobierno?
Sin mayoría absoluta en el Parlamento desde que llegó al poder a mediados de 2018, Pedro Sánchez está acostumbrado a las apuestas arriesgadas para sobrevivir políticamente.
Pero esta legislatura, que apenas comienza y en principio debería durar cuatro años, se antoja particularmente complicada.
El revés del martes "señala
la enorme dificultad que va a tener el gobierno para poder gobernar", estima a la AFP Pablo Simón, politólogo de la Universidad Carlos III de Madrid.
Si Junts decide seguir votando en contra, "el gobierno podría quedarse bloqueado, podría ser un gobierno zombi que no podría avanzar en ninguna de sus medidas y que fuera derrotado en el Congreso sistemáticamente", dice el analista.
De todas maneras, explica, "eso no implica que el gobierno caiga", ya que no tiene la presión inmediata de aprobar unos nuevos presupuestos del Estado, porque los actuales se pueden prorrogar.
"Para resumir, puede aguantar el gobierno sin gobernar", y más teniendo en cuenta que en la pasada legislatura Sánchez logró aprobar buena parte de su agenda legislativa, con leyes de calado como la reforma del mercado de trabajo o sobre la libre autodeterminación de género, agrega Simón.