El presidente argentino, Javier Milei, partió este lunes en una gira cuyo primer destino es Israel, adonde se reunirá con el primer ministro, Benjamín Netanyahu, y que incluye una audiencia con el papa Francisco en el Vaticano.
Antes de despegar desde Buenos Aires, el mandatario manifestó su apoyo y solidaridad a Israel ante "los ataques del grupo terrorista Hamás".
La visita servirá
"para expresar mi solidaridad con Israel y defender su derecho a la legítima defensa, y para seguir profundizando nuestros lazos", dijo a la prensa.
En el viaje lo acompañan la canciller Diana Mondino, así como su hermana y secretaria general de la Presidencia, Karina Milei, y el rabino Axel Wahnish, designado embajador en Israel.
Milei arribará a Tel Aviv el martes por la tarde y visitará el Muro de los Lamentos, en lo que definió como "la parte espiritual" de su visita.
Economista de 53 años, Milei fue educado en el catolicismo y se interesó en los últimos años por el judaísmo, aunque sin convertirse.
El miércoles se entrevistará en Jerusalén con el presidente de Israel, Isaac Herzog, y luego con el primer ministro Netanyahu, a quienes confirmará "de primera mano", anticipó, su "posición adoptada en términos internacionales".
Milei declaró a Estados Unidos e Israel como aliados prioritarios de su gobierno y ha condenado públicamente la violencia "atroz e imperdonable" del grupo islamista Hamás, en referencia al ataque del 7 de octubre.
El jueves visitará un kibutz y sostendrá un encuentro con familiares de secuestrados por Hamás.
En Roma se sumarán a su comitiva el ministro argentino de Interior, Guillermo Francos, la de Capital Humano, Sandra Pettovello, y el secretario de Culto, Francisco Sánchez.
Milei asistirá el 11 de febrero a la misa de canonización de la beata María Antonia de San José, Mama Antula, en la Basílica de San Pedro, donde se espera que él y el papa Francisco se saluden por primera vez. Al día siguiente, será recibido en audiencia por el Sumo Pontífice.
En el pasado, Milei descalificó con comentarios insultantes al papa, a quien llamó "imbécil" y definió como "el representante del maligno en la Tierra", además de acusarlo de "buscar expandir el comunismo".
Pero luego, en un debate presidencial, afirmó haberse disculpado con el papa. A fines de enero, Francisco, de 87 años, dijo que recibiría a Milei y aseguró que no se había ofendido por sus comentarios.
Después de entrevistarse con el papa Francisco, el mismo lunes tiene previsto reunirse con la primera ministra Meloni y el presidente italiano, Sergio Mattarella.