El Presidente de Argentina, Javier Milei, regresó este martes al país sudamericano después de la gira internacional que lo llevó a Israel, Italia y El Vaticano, mientras en Buenos Aires su proyecto estrella, la "ley ómnibus", fracasó en su trámite parlamentario.
El líder libertario termina así una intensa gira internacional, la segunda desde que asumió el cargo presidencial el 10 de diciembre, que comenzó el 5 de febrero. Pasó por Israel, Italia y El Vaticano y se entrevistó con numerosas personalidades, de las que sobresalió, por el intenso cruce previo de mensajes, el Papa Francisco.
En Israel, además de reunirse con el Presidente,
Isaac Herzog, y el primer ministro,
Benjamin Netanyahu, reiteró el deseo de Argentina de
trasladar su embajada a Jerusalén en un gesto de claro apoyo a la actual política hebrea. También, visitó el Muro de los Lamentos, en Jerusalén Este, el lugar de oración más sagrado para los judíos, donde fue recibido por una multitud entusiasta.
En Italia y El Vaticano, además de hacer turismo junto a su hermana y secretaria general de Presidencia, Karina Milei, mantuvo encuentros con el Presidente, Sergio Mattarella; la primera ministra, Giorgia Meloni; y el Papa Francisco.
La importancia de la reunión con el Papa Francisco radica en las polémicas declaraciones del actual Jefe de Estado, quien en el pasado lo había acusado de tener afinidad con "comunistas asesinos" y aseguraba que era un "representante del maligno en la tierra". Este encuentro, aseguran desde el entorno de ambas figuras, puso fin a cualquier polémica.
Vuelta a Argentina
Ahora Milei se reincorpora a la actividad local, después de que la Ley Bases y Puntos de Partida para la Libertad de los Argentinos -más conocida como "ley ómnibus", por la cantidad de artículos que tenía y la magnitud de las reformas que pretendía aplicar- no fuese aprobada en la Cámara de Diputados.
La vuelta del Mandatario está marcada también por un posible encuentro entre el jefe de Estado y el ex Presidente Mauricio Macri, líder del partido Propuesta Republicana (Pro), cuya ex candidata presidencial, Patricia Bullrich, es hoy ministra de Seguridad.
La posibilidad de analizar un gobierno de coalición entre La Libertad Avanza, partido que lidera Milei, y el Pro, descartada por algunos dirigentes, podría estar en conversación.
En ese contexto, el Gobierno busca relativizar lo sucedido y señalaron que "quedó en evidencia mucha sintonía y afinidad" entre ambos bloques. A priori, para ambos partidos la fusión se traduce en ganancia. Para los libertarios es la posibilidad de sumar volumen parlamentario que compensaría su minoría en ese sentido y para Pro, después de haber salido tercero en las elecciones generales, es la posibilidad formal de volver a ocupar espacios de poder.
Además, la colaboración implicaría concesiones y el riesgo de la convivencia, aunque la mayoría se muestra optimista. En las filas libertarias son claros: "El gobierno es de Javier".
Después del 21 de febrero, Javier Milei volverá a partir, esta vez en un viaje relámpago a Estados Unidos, para participar de la Conferencia de Acción Política Conservadora (CPAC), de la que el economista será uno de los principales oradores.
Sin duda, el rechazo de la "ley ómnibus", cuyo estado actual es de vuelta a comisión -es decir, no es válida la aprobación general del proyecto obtenida el 2 de febrero- aunque el propio Milei prefirió considerarla muerta antes que "desguazada", será uno de los puntos de interés en su regreso al escenario nacional.
