Al menos cuatro fallecidos y 19 desaparecidos es el saldo preliminar que deja el violento incendio que se produjo este jueves en un edificio residencial de Valencia, en el este de España, el que es considerado el peor siniestro del que se tenga registro en dicha ciudad.
El siniestro comenzó sobre las 17:30 horas en un inmueble que terminó de construirse en 2009 en la esquina de las calles General Avilés con Maestro Rodrigo, una zona de viviendas de nueva construcción en un barrio de grandes avenidas y zonas comerciales y de ocio.
Por el momento se desconoce el origen del incendio aunque los bomberos apuntan que comenzó en la quinta planta y se propagó rápidamente a las plantas superiores. En apenas media hora prácticamente todo el edificio estaba en llamas o sumido en una densa humareda.
El fuego, avivado además por las fuertes rachas de viento de hasta 60 km/h, se propagó rápidamente al edificio anexo, que forma parte del mismo bloque de 138 viviendas, con zonas comerciales en sus bajos.
Durante las primeras horas solo se tuvo constancia oficial de personas heridas, en concreto 14, de las que 6 son bomberos y el resto civiles, y están siendo atendidas en distintos hospitales de la ciudad, según fuentes sanitarias.
Además, los bomberos consiguieron rescatar a una joven pareja que se había quedado en un balcón, cercados por las llamas, y que lograron ser auxiliados mediante una grúa para bajar a la calle en medio de los aplausos generales de las cientos de personas que se han ido congregando en las inmediaciones y que ha obligado a las fuerzas policiales a ampliar el perímetro de seguridad.
A medianoche el subdirector general de Emergencias, Jorge Suárez, confirmó el hallazgo de cuatro personas muertas en el interior de los edificios calcinados.
Las labores de los bomberos se centran esta madrugada en seguir enfriando las fachadas de los edificios, que continúan ardiendo sin control y causando el desprendimiento de cascotes a las aceras, por lo que hasta ahora no se ha podido acceder al interior de los inmuebles y no se espera que se pueda hacer hasta que haya luz del día.
Está previsto que a las 7.30 hora local (6:30 GMT) de este viernes, la alcaldesa de Valencia, María José Catalá, y el president de la Generalitat, Carlos Mazón, asistan al puesto de mando avanzado que se instaló en las inmediaciones de la zona y después atiendan a los medios de comunicación.
El Ayuntamiento decretará este viernes tres días de luto oficial por este siniestro, según Catalá, después de que así lo apruebe la Junta de Portavoces.
En las calles y avenidas adyacentes, tomadas por medios policiales, sanitarios y de emergencias, y mientras empieza a lloviznar, apenas se concentran ya unos cuantos periodistas, pues todos los vecinos de las fincas calcinadas han sido realojados y, además, han sido ayudados por el vecindario con ropa, mantas, alimentos y medicamentos en una gran marea solidaria.
Testigos del incendio señalaron a EFE que las llamas prendieron "muy rápido" y que se formó "una nube de humo brutal".
El incendio de este edificio de fachada ventilada y revestimiento de poliuretano va a crear "un antes y un después" en España, donde hasta ahora no se había producido ningún siniestro similar, aunque sí se han vivido en Londres o en China hace unos años, indicó a EFE la vicesecretaria del Colegio de Ingenieros Técnicos Industriales de Valencia (Cogitival) y experta en peritación de siniestros-incendios, Esther Puchades.
Según Puchades, el uso de poliuretano no está prohibido en la construcción, pero dada la virulencia de este incendio se podría replantear su uso.
Los mensajes de solidaridad con Valencia han sido numerosos en las redes sociales. Los reyes expresaron que siguen con preocupación la evolución del incendio y trasladaron sus mejores deseos a los heridos, mientras el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, mostró su consternación por el suceso y ofreció a Mazón y a Catalá "toda la ayuda que sea necesaria".
Asimismo, el líder del PP, Alberto Núñez Feijóo, manifestó su "apoyo y confianza" en los bomberos, en los Cuerpos de Seguridad del Estado y "en cada uno de los profesionales que se están incorporando para ayudar".