Javier Milei intervendrá a las 22:00 horas.
EFE
El presidente de Argentina, Javier Milei, hablará este viernes en la apertura de las sesiones ordinarias del Congreso, en medio de un clima social tenso signado por huelgas o movilizaciones y un aumento de la inflación, la pobreza y la indigencia.
"Nido de ratas", "delincuentes", "traidores", "corruptos", "símbolos de casta", Milei no ha escatimado en calificativos de esta clase para con los legisladores frente a los cuales hablará en cadena nacional.
"Tienen que aceptar que la gente odia a los políticos", aseguró en declaraciones a la prensa. En una entrevista reciente con el Financial Times, dijo:
"No necesito del Congreso para salvar la economía".
Milei brindará el discurso a las 21:00 horas en vez de al mediodía, como es tradición, para coincidir con el horario de mayor audiencia televisiva y en medio de un fuerte operativo de seguridad.
En tanto, organizaciones sociales y políticas convocaban protestas al caer la noche.
El evento encuentra un país que desde el comienzo de la nueva administración el 10 de diciembre acumuló más de 50% de inflación y un nivel de pobreza que alcanza a más de la mitad de la población.
Diez días después de asumir su mandato, Milei lanzó un decreto presidencial (DNU) con el cual modificó o derogó más de 300 normas, entre ellas la ley de alquileres, la de abastecimiento y controles de precio.
Luego se intentó aprobar ante el Congreso una llamada "ley ómnibus" con 664 artículos que buscaban cambios estructurales, como la posibilidad de privatizar 41 empresas estatales, u otras normas más curiosas, como exigir a los jueces que usen toga negra y un martillo, algo que no se usa en Argentina.
Pero no tuvo el éxito que el gobierno esperaba y el propio Milei ordenó retirarla como proyecto.
A los dirigentes políticos opositores que criticaron el DNU los llamó "idiotas útiles". A los diputados, propios y ajenos, que no aprobaron los artículos de la "ley ómnibus", los catalogó de traidores y los mencionó uno por uno en la red social X.
El fracaso de la ley fue interpretado por Milei como un triunfo, porque, según dijo a periodistas, dejó en evidencia que los gobernadores provinciales a quienes responden muchos legisladores "son unos delincuentes".