El grupo yihadista somalí Al Shabab atacó este jueves un céntrico hotel próximo al palacio presidencial en la capital de Somalia, Mogadiscio, confirmaron a EFE fuentes del Ministerio de Defensa, sin poder precisar aún el número de víctimas.
La agrupación atacó el hotel SYL, frecuentado por legisladores y funcionarios gubernamentales, haciendo estallar un coche bomba al que siguió la irrupción en el establecimiento de varios pistoleros.
"Los hombres armados todavía están dentro del hotel mientras las fuerzas de seguridad están respondiendo. Aún no está claro el número de víctimas mientras continúan los trabajos de rescate", declararon a EFE las citadas fuentes.
Según medios locales, varias personas resultaron heridas, entre ellas el periodista local y presidente de la televisión SMS Somali TV, Hassan Adde, algunos diputados del Parlamento de Somalia y un alto mando policial.
Al Shabab se atribuyó el atentado en la plataforma de mensajería Telegram.
El ataque ocurrió días después de que el Ejército somalí se retirara de varias ciudades del estado de Galmudug (centro) arrebatadas al grupo yihadista durante las operaciones militares lanzadas tras la llegada al poder del presidente del país, Hassan Sheikh Mohamud, en 2022.
Somalia ha intensificado las operaciones militares contra los yihadistas desde que Mohamud anunció en agosto de 2022 una "guerra total" contra Al Shabab.
Desde entonces, el Ejército, apoyado por la Misión de Transición de la Unión Africana en Somalia (ATMIS), ha desarrollado ofensivas contra el grupo, a veces con la colaboración militar de Estados Unidos.
Al Shabab, afiliado desde 2012 a la red de Al Qaeda, perpetra frecuentes atentados en Mogadiscio y otros lugares para derrocar al Gobierno central -respaldado por la comunidad internacional- e instaurar en Somalia un Estado islámico de corte wahabí (ultraconservador).
El grupo controla zonas rurales del centro y el sur de Somalia y ataca también a países vecinos como Kenia y Etiopía.
Somalia vive en un estado de conflicto y caos desde 1991, cuando fue derrocado el dictador Mohamed Siad Barre, lo que dejó al país sin gobierno efectivo y en manos de milicias islamistas y señores de la guerra.