Vista de un campo de refugiados en Rafah.
AFP
El Primer Ministro israelí,
Benjamin Netanyahu, advirtió el domingo
que la "presión internacional" no impedirá que Israel lance una ofensiva en Rafah, donde se hacinan más de 1,5 millones de palestinos en el sur de Gaza, según la ONU.
"Ninguna presión internacional impedirá que alcancemos todos los objetivos de nuestra guerra" contra el movimiento islamista palestino Hamás, declaró Benjamin Netanyahu, según un comunicado de su gabinete.
Actuaremos en Rafah, tomará algunas semanas, pero ocurrirá", añadió el dirigente, durante una reunión de su gobierno.
Sus declaraciones se producen antes de una reunión del gabinete de seguridad para fijar las condiciones israelíes en las negociaciones con Hamás en vistas a una tregua de seis semanas y un intercambio de rehenes por presos palestinos.
Netanyahu también tiene previsto reunirse con el jefe de gobierno alemán, Olaf Scholz.
Tanto el político alemán como la comunidad internacional han advertido de las consecuencias que supondría una invasión terrestre en Rafah.
La oficina de Netanyahu informó el viernes que el dirigente había aprobado los "planes de acción" del Ejército para una operación en esa localidad fronteriza con Egipto.
"Más de un millón de personas se han refugiado ahí y no tienen adónde ir. Necesitamos un alto el fuego ya", alertó la diplomacia alemana.
Israel busca eliminar "los últimos batallones de Hamás" en esa ciudad del extremo sur de Gaza, donde llegaron miles de desplazados huyendo de los bombardeos en el estrecho y asediado territorio.
El Presidente estadounidense, Joe Biden, aliado de Israel, advirtió que sin un plan para evacuar a los civiles, una invasión de Rafah supondría cruzar una "línea roja".