Aprueban polémica ley de seguridad en Hong Kong: Su controversia y las implicancias en las libertades civiles
Este martes, la isla visó un proyecto que surgió en respuesta a las protestas de 2019, el cual ha sido ampliamente cuestionado por su impacto y justificación. El gobierno sostiene que es esencial para garantizar la estabilidad, pero enfrenta acusaciones de represión.
En un giro crucial para el futuro de Hong Kong, la Ley de Seguridad Nacional ha sido aprobada por unanimidad, intensificando el debate sobre las libertades civiles y la autonomía de la región. Este nuevo marco legal, surgido en respuesta a las protestas prodemocracia de 2019 y sumándose a previas medidas restrictivas de Beijing, plantea cuestionamientos significativos sobre su impacto y justificación. Aquí cinco preguntas clave para desentrañar las implicaciones de esta controvertida ley:
¿Qué es la nueva Ley de Seguridad Nacional de Hong Kong?
Se trata de una ley que fue aprobada este martes, de forma unánime, en una sesión especial del Consejo Legislativo.
Esta legislación, que busca dotar al gobierno de mayores poderes para reprimir el disenso, es ampliamente interpretada como el más reciente avance en un exhaustivo esfuerzo represivo iniciado por las manifestaciones prodemocracia de 2019.
Se añade a una normativa similar impuesta por Beijing hace cuatro años, la cual ya ha contribuido a la reducción significativa de las voces opositoras en este importante centro financiero.
Este movimiento legislativo —afirman voces internacionales— demuestra el esfuerzo continuo por silenciar el descontento y reafirmar el control sobre la región.
¿Qué significado tiene la aprobación de esta ley?
Con la aprobación de esta ley se observa un incremento notable en la capacidad del gobierno para mitigar cualquier forma de disenso considerada una amenaza a la seguridad nacional.
Andrew Leung, presidente del Consejo Legislativo, destacó el honor que representó para todos los legisladores participar en esta "misión histórica", subrayando la importancia que el gobierno otorga a este acto legislativo.
La ley estipula severas penalidades para una gama extensa de actividades, con las sanciones más graves —como la traición e insurrección— susceptibles de resultar en cadena perpetua.
Esta estructura penal subraya el enfoque riguroso y amplio que el gobierno pretende adoptar para salvaguardar la seguridad nacional.
AP
¿Qué críticas ha suscitado este proceso legislativo?
El Consejo Legislativo de Hong Kong, repleto de partidarios de Beijing tras una reforma electoral, apresuró la aprobación de la ley.
Desde que se dio a conocer el proyecto de ley el 8 de marzo, un comité celebró reuniones diarias durante una semana, tras un llamamiento del líder de Hong Kong , John Lee, para impulsar la ley "a toda velocidad". Después de la votación, Lee dijo que la ley entraría en vigor el sábado.
Este proceso legislativo detrás de la nueva ley ha generado críticas por parte de académicos y observadores, quienes lo ven como reflejo de un sistema deliberadamente debilitado en términos de rendición de cuentas.
John Burns, profesor honorario de política y administración pública de la Universidad de Hong Kong , dijo que el proceso reflejaba el “sistema de rendición de cuentas discapacitado” de la ciudad, debilitado por diseño.
Aunque se realizaron algunas modificaciones propuestas por los legisladores, el foco principal del debate se centró en ampliar la capacidad del estado para abordar asuntos de seguridad nacional y en el endurecimiento de las penas por crímenes relacionados.
Simon Young, profesor de la facultad de derecho de la Universidad de Hong Kong , dijo que la legislatura hizo más que “aprobar” la ley, y señaló que los funcionarios asistieron a largas reuniones para aclarar el proyecto de ley. Pero Young dijo que en el pasado la legislatura podría haber buscado la opinión de expertos, un paso que podría haber enriquecido el debate y la comprensión de la ley.
¿Qué dice el gobierno?
El gobierno de Hong Kong, junto con el gobierno central en Beijing, sostiene que la Ley de Seguridad Nacional es crucial para asegurar la estabilidad y prevenir disturbios similares a los de 2019.
Insisten en que la legislación afectará solo a "una minoría extremadamente pequeña" de personas que actúan en contra de los intereses del estado. Esta postura se basa en la convicción de que la ley es un balance necesario entre mantener la seguridad y proteger los derechos y libertades individuales.
Según el gobierno, su objetivo es evitar la repetición de las protestas y asegurar que las acciones que comprometan la seguridad nacional sean debidamente sancionadas.
AP
¿Cuál es el impacto esperado de esta ley?
Se anticipa que la ley profundice la erosión de las libertades civiles en Hong Kong, contraviniendo las promesas de Beijing de preservar dichas libertades tras el traspaso de la soberanía en 1997.
La legislación aborda directamente actividades como el espionaje, la divulgación de secretos de estado y la "colusión con fuerzas externas" para cometer actos ilegales, marcando una expansión significativa del alcance del poder estatal.
En la práctica, quienes dañen la infraestructura pública con la intención de poner en peligro la seguridad nacional podrían ser condenados a 20 años de cárcel o, si colaboran con fuerzas externas, a cadena perpetua. En 2019 —por ejemplo— los manifestantes ocuparon el aeropuerto de Hong Kong y destrozaron estaciones de tren.
Esta ampliación ha suscitado temores entre empresarios y periodistas, preocupados por cómo las disposiciones sobre secretos de estado y la interferencia extranjera podrían impactar su trabajo cotidiano.
La implementación de esta ley es observada con atención, pues podría extenderse a otros sectores profesionales, limitando aún más las libertades fundamentales de los ciudadanos de Hong Kong.