Los buzos encontraron este miércoles los cuerpos de dos obreros, uno mexicano y un guatemalteco, de entre los seis latinoamericanos
dados por muertos en las frías aguas del puerto de Baltimore tras el derrumbe de un puente en la costa este de Estados Unidos.
Estaban bloqueados
en el interior de "una camioneta roja sumergida a aproximadamente 25 pies", unos 7,5 metros de profundidad, informó el coronel Roland Bulter, superintendente de la policía del estado de Maryland, en rueda de prensa.
Se trata del mexicano Alejandro Hernández Fuentes, de 35 años, y del guatemalteco Dorlian Ronial Castillo Cabrera, de 26 años, precisó.
El sonar muestra que
los vehículos están aprisionados entre los escombros de acero y hormigón del puente Francis Scott Key.
La estructura cayó en cascada sobre la proa del barco "MV Dali" luego de que este la impactara, bloqueando uno de los puertos comerciales más activos de Estados Unidos.
El barco emitió una llamada de auxilio momentos antes de la colisión, lo que llevó a la policía a apurarse a cortar el tráfico en el puente. Esto probablemente salvó vidas.
Pero
no hubo posibilidad de evacuar a los ocho trabajadores que reparaban hoyos en la autopista del puente.
Dos fueron rescatados de las aguas del río Patapsco momentos después del colapso. Uno resultó ileso y el otro fue dado de alta del hospital el miércoles, dijo Butler.
Se cree que los otros cuatro obreros están muertos.
Como no es seguro para los buzos adentrarse en la maraña de vigas y pilones destrozados, la policía anunció en la rueda de prensa que
volverán a buscar los cuerpos restantes una vez que se haya retirado los escombros.
La policía confirmó que los obreros de la construcción dados por muertos son de México, Guatemala, El Salvador y Honduras.
"Todos son hombres humildes y trabajadores", dijo Jesús Campos, un colega de los ocho obreros de la empresa Brawner Builders.
Uno de los desaparecidos es Miguel Luna, un padre de tres hijos que salió a trabajar el lunes por la noche y no regresó. Es salvadoreño, confirmó la canciller de El Salvador, Alexandra Hill, en la red social X.
"Salgan, salgan"
El barco permanece "estable", aseguró a los periodistas el vicealmirante de la guardia costera Peter Gautier en la Casa Blanca.
Añadió que
la tripulación, en su mayoría india, permaneció a bordo y colabora con la investigación.
La Junta Nacional de Seguridad del Transporte, una autoridad federal, afirmó que
recuperó la caja negra del barco, muy útil para que los investigadores aclaren lo ocurrido.
Gautier insistió en que la presencia del barco averiado en el puerto no representa un peligro ambiental, a pesar de los mil millones y medio de galones de petróleo y decenas de contenedores de carga de materiales peligrosos a bordo.
Otros dos contenedores, de un total de 4.700, se perdieron por la borda, dijo.
La tripulación del barco intentó frenar echando anclas pero fue en vano.
"¡Se acaba de derrumbar todo el puente! Salgan, salgan... todos...", gritó un operador en los segundos posteriores al colapso.
Reconstrucción
El "MV Dali", un buque de 300 metros de eslora con bandera de Singapur, navegaba hacia Sri Lanka. Es operado por la compañía naviera Synergy Group y estaba fletado por el gigante naviero danés Maersk.
Según la autoridad portuaria de Singapur, el buque pasó dos inspecciones en 2023 y en junio se reparó un manómetro de control de presión de combustible defectuoso.
Con el acceso al puerto bloqueado por los escombros,
el transporte marítimo está suspendido hasta nuevo aviso.
El Presidente Joe Biden prometió que el puente, inaugurado en 1977 con el nombre del autor de la letra del himno nacional estadounidense,
sería reconstruido.
Para adelantarse a las aseguradoras y ganar tiempo, Biden quiere que "el Estado federal pague todo el coste de la reconstrucción".
Porque este puente de cuatro carriles y 2,6 kilómetros de longitud
está situado en un eje norte-sur crucial para la economía de la costa este de Estados Unidos.
El secretario de Transporte, Pete Buttigieg, mencionó este miércoles "cuatro áreas clave: reabrir el puerto, gestionar las implicaciones para la cadena de suministro (...), reconstruir el puente y gestionar el tráfico por carretera".
"Reconstruir
no será rápido, sencillo ni barato", añadió.
Ryan Sweet, economista jefe de Oxford Economics, explicó a la AFP que "habrá trastornos en la cadena de suministro" pero no prevé efectos macroeconómicos "porque hay muchos puertos importantes muy cerca de Baltimore".